Hoy se nos volvieron a pegar las sábanas un poco. La verdad es que los días y los kilómetros van pasando ya factura. Al finalizar el día llevábamos 3600, que ya son una cantidad considerable. A las 10 conseguimos salir del hotel y diigirnos hacia el castillo de Chambord. Hicimos una parada técnica en un super, para comprar algo de picar y ver a los locales, que mola.
El castillo de Chambord es el más famoso del valle del Loira. Para que os hagais una idea, está rodeado por un parque (la antigua reserva de caza del castillo) de 36 hectáreas, todas ellas rodeadas por un muro que mide más de 30 Km. Tras aparcar el coche caminamos un trecho hasta la entrada, que está por la parte de atrás. El edificio impresiona, tiene una especie de muro exterior bastante bajo y un edificio central. Todo es simétrico y modular, pero extremadamente bello. La parte de atrás del castillo no fue terminada nuca, por ello le faltan las torres del muro posterior. Dentro no alberga ni una pequeña parte de lo que contenía en los tiempos de su máximo explendor cuando la corte de Luis XIV, duque de Chambord y rey de Francia, eran los habitantes del castillo en el verano. Realmente viendo este castillo no extraña que los campesinos se cabrearan y estallara la revolución francesa. Durante la revolución se perdieron muchos de los muebles, tapices y objetos de este bello castillo. De todas formas, en el interior hay una buena colección de objetos, tanto muebles como cosas de uso cotidiano. Además, la principal atracción arquitectónica del castillo es su escalera central, diseñada por Leonardo Da Vinci. La escalera tiene dos hélices superpuestas, de forma que dos personas pueden subir desde la misma planta por escaleras distintas e irse viendo mientras suben. En la época le gente debía quedarse acojonada con esta solución. Después de recorrer el castillo compramos algunas postales y partimos.
El siguiente objetivo de nustro viaje era Chatonceaux. Decidimos concentrar nuestras ya escasas fuerzas en ver bien dos castillos del valle. Realmente son cuatro los más representativos, pero eligimos estos dos por ser los que más nos gustaban. Chambord era oficialmente el mejor del valle, pero a nosotros nos gustó más Chatonceaux, conocido como el castillo de las damas. Este ya impresiona desde que sales del parking. El jardín que rodea al castillo está lleno de arbolés antiquísimos y flores, además estaba lleno de hojas caídas dando una estampa aún más bonita. Cuando pasas esa parte, te encuentras con una granja que han conservado desde el siglo XVI. Más adelante hay un precioso jardín con cesped y flores haciendo flores, muy clásico. Y por fín, el castillo. Aunque es pequeño, ya impesiona su forma, ya que es un castillo puente. Es un castillo que está sobre un río, lo que hace la estampa impresionante. Antes de entrar decidimos comer alli en un buffet, algo bastante cutre, pero el hambre apetaba. Continuamos poco después hacia el castillo y al cruzar sus puertas uno descubre bellas vidrieras, muebles preciosos y una colección de tapices que llena las paredes. Este está mucho mejor amueblado, con los útiles de cocina de la época y las habitaciones más completas, es más cuco, en resumen. con la entrada habíamos pagado también un museo de cera, en uno de los edificios del recinto, pero lo pasamos rápido porque era cutre. Era mejor pasear por los preciosos jardines.
Al salir del castillo dimos una vuelta por la zona y luego partimos pronto hacia Poitiers, donde ya estamos descansando. Como siempre, ¡hasta mañana!
4 comentarios:
Suertudos, que envidia!!!
J
Dejaros de dar vueltas por ahi, y pasar p'al curro.
PD: del jefe, saludos y cuidado por nantes y por el rio loira.
PD2:3600 km de ida ¿Para cuando la próxima revision?
Dile al jefe que por Nantes al final no pasamos, y que por el Loira mucho problema no tuvimos. No se para cuando la próxima revisión, pero llegaremos mañana con unos 4500 Km recorridos, y con los discos de freno pidiendo pan por señas.
PD: Sin tu navegador todavía estaríamos a mitad de camino, sobre todo en París, que no hubiéramos encontrado el hotel ni de coña.
La foto la hicimos solo para dar envidía a los amigos locos por el ramen. Hay que reconocer que es un vicio, a mi casi me da una indigestión porque no podía parar de comer...
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