miércoles, 3 de enero de 2024

Está muy lejos Japón - Tokio día 1, Kappabashi y Akihabara

Esta es nuestra tercera vez en Tokio y lo más turístico ya lo habíamos visto, así que solo dejamos tres días en Tokio para el viaje y eran más que nada para hacer algunas compras. Yo llevo una temporada huyendo del teflón y tratando de comprar las cosas de cocina una sola vez. Lo de huir del teflon no es algo por temas de salud, si no porque cuando compras algo con teflón sabes que va a durar entre dos y cuatro años (y cuatro muy difícilmente). Ya puedes ser lo cuidadoso que quieras, que es algo inevitable. Así que llevo una temporada queriendo comprar un wok de acero al carbono. Son más caros que los de teflón requieren mantenimiendo y ser cuidadosos, pero a cambio es algo que usaré yo y herederá Cloe y si ella es cuidadosa lo heredará alguién más después. El tema de estos woks es que su mercado es algo limitado y en Singapur mis opciones era muy limitadas, así que mi objetivo hoy era buscar uno en Tokio. Mis amigos nos recomendaron ir a Kappabashi, que es la calle de las tiendas de menaje, así que allí nos fuimos.

La mañana estaba muy despejada, sin rastro de nubes y unos agradables diez grados aproximadamente. Una vez salimos del metro empezamos a recorrer tiendas. Muchas de elas por desgracia estaban cerradas. Si bien los japoneses no celebran el día de navidad, el fin de año es la celebración más importante. Mucha gente coge vacaciones y las tiendas cierran a veces varios días antes y después. Otras tiendas estaban cerradas porque estaban de inventario de final de año. Entre unas cosas y otras, muchas cosas cerradas, pero las suficientes para que echáramos la mañana y buena parte de la tarde. Botín del día, un cazo y un wok, muy satisfecho. 

Durante este paseo por Kappabashi, paramos a comer monjayaki y okonomiyaki en un restaurante que les encanta a nuestros amigos. Okonomiyaki no es la primera vez que comemos, monjayaki sí y estaba bien bueno. Mientras el okonomiyaki es seco, el mojayaki es más suelto y jugoso. Al tomarlo mezclado con mochi parecía queso fundido.



Como ya había sido un poco tortura el día para Cloe, les propuse a las niñas ir a Akihabara a buscar un peluche de SpyxFamily, una serie a la que estamos todos enganchados. Cloe quería un peluche de chimera, así que pensé que un paseo hasta Akiba era buena idea. Paramos antes en un café a tomar algo y descansar, eran ya las cinco, antes de seguir rumbo, pegados a las vías del tren, por unas calles atestadas, camino del centro otaku de Japón. 


Es nuestra tercera vez en Akiba, y la verdad es que es un cristo. Además de tiendas de videojuegos y restaurantes, lo que más ha proliferado son los mad cafés, así que las calles están llenas de chicas promocionándolos. Nos pasamos un buen rato hasta que, en un edificio del que yo me acordaba, encontré lo que buscábamos. Eso sí avisaros de que esta zona está atestada de gente, en las tiendas no se cabe y que no espereis encontrar gangas. Es más poder tener las cosas juntas que otra cosa, realmente hace ya muchos años que ir a Akiba no merece mucho la pena.


Para finalizar el día cenamos yakiniku en un sitio del barrio donde viven nuestros amigos. Curiosos letreros a la entrada prohibiendo entrar con tatuajes si no los llevas cubiertos (se dice que el tío tuvo problemas con alguno de la yakuza liándola). Cenamos carne bien agusto hasta que , llenos, volvimos camino de casa a terminar el día.




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