Hoy nos hemos vuelto a levantar algo tarde. Aunque Cloe está ya recuperada del todo, Bea sigue acatarrada, parece que le ha afectado más el catarro a ella que a la pequeña. Salimos de Dupuise, en el medio de la nada como bien os había contado, camino del valle del Loira. Hoy vamos a dormir en una casita rural otra vez, sólo que esta vez estamos al lado de todo. Salimos a media mañana y creo que esta vez nos pasamos algo con los km. Entre salir tarde, las paradas obligatorias con la niña a comer y merendar (que no son pit stops, si no paradas de una hora por lo menos), se nos ha hecho bastante tarde. Eran 4 horas de coche hasta el hotel y entre unas cosas y otras llegamos a las 7. He de decir que a pesar de que parezca que me esté quejando de las paradas, ni mucho menos. Esta niña en este viaje va para medalla de oro, MVP y todos los premios individuales que se le quieran dar. Entre que duerme bastante y que le hemos traido un ipad con dibujos, casi ni ha protestado en todo el camino. Sólo pide agua de vez en cuando y se la ve muy feliz. ¡Hoy hasta ha dicho su primer bonjour!
Así que del día de hoy poco que contaros. En el hotel nos dedicamos a pasear. Tiene un campo muy agradable que Cloe y yo recorremos varias veces caminando de la mano mientras Bea nos observa sonriendo desde la puerta de la habitación. Jugamos con una pelota y Cloe se dedicó a darme piedrecitas del camino que ella iba recogiendo. Arrancar hierba y tratar de comérsela era una muy buena elección para ella también. Nos acostamos pronto para arrancar el día siguiente con fuerzas renovadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario