Hoy nos levantamos por la mañana algo tristes por el hecho de que era nuestro último día en Londres. Tardamos algo de más en salir del hotel porque Bea estuvo haciendo ingeniería maletil para que todo cupiera dentro de las dos maletas que llevábamos, que ya venían bastante llenas y las compras abultaban. En cuanto estuvimos listos, arrancamos hacia St Pancras.
El paso por la estación era necesario para dejar las maletas en la consigna, que aunque era algo cara, era nuestra mejor opción, ya que la otra era volver hasta el hotel a recoger las maletas luego, pero nos quedaba lejos y el tiempo era escaso. Así que tras patearnos la estación de lado a lado (no se a quién se le ocurrió poner una única consigna y en el extremo contrario a la salida del metro) nos dirigimos al objetivo del día: Camdem Town.
Camdem Town es, a día de hoy, el mercadillo más famoso de Londres. Para que os hagais una idea el día grande es el domingo. Pues bien, ese día no se puede coger el metro desde Camdem Town, es sólo de salida la estación ya que se forma tal atasco de gente que no se puede entrar y salir desde la estación. Hoy era viernes y había bastante ambiente, aunque no era un agobio. No se como describiros aquello, es acojonante la cantidad de cosas que hay. Eso si, siempre que algo no ponga precio recordad regatear. Sin mucho esfuerzo un vendedor nos dijo un precio y nos lo rebajó al 50% en cuestión de un minuto porque pasamos de él. En fin, que aquello es abrumador. Hay muchos tipos de tiendas y puestos, ya que hay como tres o cuatro mercados unidos y además tiendas por la calle. En general hay un montonazo de ropa, para todos los gustos. Y cuando digo todos son todos los imaginables, desde ropa para clubbers (con la famosa tienda cyberdog), pasando por ropa para gothic lolitas, punkies, heavies y las cosas más fashion que se os ocurran. A mayores hay gente que hace su propia artesanía como bolsos de punto, joyería, camisetas... En el medio de todo esto hay cantidad de puestos de comida dónde coger para llevar alimentos de medio mundo.
Nos pusimos a recorrer todo esto arriba y abajo. Para comer nos metimos en un café y nos tomamos unos sandwiches y continuamos hasta que el cuerpo aguantó. Al final compramos poca cosa, porque realmente saturaba. Ya no es sólo que haya mil tiendas, es que en cada una el material está amontonado. Bea compró un anillo y yo unos comics en una tienda muy chula que estaba en un lateral de una calle. Poco antes de irnos nos tomamos un chocolate y un chai en una cadena de cafeterías que hay por todo Londres llamada Café Nero. Es una pasada lo caras que son las cosas allí, pero lo más sangrante son los cafés. En starbucks un café cuesta a partir de dos libras. En nero las cosas están bastante más ricas, pero pagamos 6 libras por las dos consumiciones, acojonante. Medio muertos fuimos a la estación a coger el tren. Con la coña del incendio del tunel el check in era más lento de lo normal y la cola casi salía de la estación. Veinticinco minutos más tarde ya estábamos esperando en el hall del eurostar y poco después estábamos acomodados dentro.
Cuando llegamos a Lille nos pasó el follón del día. La máquina del parking no nos aceptaba la tarjeta (vete tu a saber porqué, porque ni la Visa ni la Mastercard). Además, no nos pillaba más de un billete y no dábamos pagado. Al final, conseguí que bajara el chico del parking y, como pude, le expliqué la situación y me cobró en la oficina. Lo malo es que todo esto nos llevó una hora así que salimos un poco tarde hacia Compiegné, donde dormimos.
Compiegné está a 130 km de Lille, pero nos pareció buena idea hacer unos pocos km antes de salir mañana hacia Bordeaux, dónde pasaremos la última noche del viaje. Bye!
2 comentarios:
Guau, vaya viajecito :) Es una pena que se termine tan pronto. La verdad es que a mí Camden Town también me gustó mucho, bueno, Londres en general es una pasada, eso sí, como dices tú caro, y eso que yo fui hace unos años...
Buen viaje de vuelta!
La verdad es que sí, nos lo estamos pasando teta. De todas formas tu no te puedes quejar, que vaya aventura lo de Grenoble. Creo que me habaías preguntado por los hoteles baratos que usábamos. Bueno, son baratos paara Francia, tampoco están tirados pero suelen ser muy apañados y cuestan entre 50 y 75 euros por noche. Solemos cogerlos directamente en el buscador de la cadena, que se llama louvre hotels. Tienen 4 gamas de hoteles, los más baratos no los hemos cogido nunca. Solemos ir más a los Kyriad que a los Campanille, pero suelen ser buenas opciones ambos aunque los Campanille son algo más cutres. En Bordeaux hay un Kyriad en las afueras (Lormont) majete que funciona bien. Si vais a algún sitio de fin de semana escríbeme y si fuimos por allí te recomiendo hoteles, aunque een algún lado hemos pagado bastante pero mereció la pena.
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