Hoy era un día de transición y de vuelta. Desayunamos en el hotel de buffet. Hacía días que no desayunábamos así y la verdad es que sienta muy bien. Hoy no hace mucho calor así que se está muy bien. Los objetivos para hoy son más bien modestos, unas compras por La Roca Village y carretera hacia Pamplona.
Así pues, nos dirigimos hacia el outlet a poco más de quince minutos del hotel. Hoy es domingo y está a reventar. Aparcamos con el parking atestado y nos fuimos a hacer unas compras rápidas. No es la primera vez que visitamos el outlet aunque ahora lo han ampliado. Conociéndolo ya vamos a las tiendas que nos gustan derechos. De hecho Bea batió su propio record comprando un bolso de los suyos en apenas tres minutos! De esta cadena de outlets ya os había hablado anteriormente. Es el único tipo de centro comercial que soporto, porque simulan una calle de pueblo y al menos se respira aire libre. Eso sí, está a reventar de rusos y orientales y da un poco de vergüencita ver como hacen cola delante de la tienda de Ralph Lauren. Tras unos cuantos éxitos y fracasos en las tiendas nos fuimos a comer con Alex y Nuria, unos amigos de la ciudad con los que sólo dimos quedado aquí. Así que nos pasamos el mediodía charlando con ellos, comiendo en un Pans&Co que fue el único sitio donde pudimos sentarnos. Realmente nos dio pena irnos a eso de las cinco, pero ya no podíamos quedarnos más ya que nos quedaban un poco más de cuatro horas para llegar a Pamplona.
Así que hoy poco, muy poco que contar. En cuanto salimos del área de influencia de la ciudad muy poco tráfico. Paramos a darle la merienda a la niña poco después de Zaragoza y el viaje fue muy plácido.
Llegamos a Pamplona a eso de las nueve y media y cenamos con Flo y Carmen que alucinaron con lo que había crecido la niña estos quince días. Mañana, la última excursión del viaje.
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