Vaya día hacía esta mañana... Como estábamos en un hotel de la cadena Campanille no teníamos más desayuno que el que dejan de cortesía en la habitación. Básicamente un par de galletas y unas infusiones. Tomamos lo que pudimos y partimos a pasar la mañana en Grenoble. La ciudad, que ya habíamos atravesado la noche anterior nos ha gustado mucho. No sabemos como será en época más bulliciosa pero nos pareció una ciudad muy ordenada, tranquila y bien planificada.
Dejamos el coche en zona azul y nos pasamos un rato paseando por la zona comercial. Estábamos a casi 30ºC y las sombras se agradecían. Es sábado y la gente iba a su aire, de comercio en comercio. Ni un ruido en la calle, ¡hasta en los parques había señales prohibiendo hacer ruido! Dimos vueltas y vueltas y al final caimos en la tentación y subimos en el teleférico al casillo de la bastilla. La subida, que durará tres o cuatro minutos, es espectacular. Grenoble está rodeada de montañas e ir viendo como aparecen las más lejanas cuando uno sube no tiene precio (bueno, si, 6,50€). Desde el castillo se puede ver la ordenada ciudad y sus avenidas y todas las montañas que la rodean. Estuvimos un rato arriba y bajamos a la ciudad para hacer unas compras. Yo tenía pendiente comprar un par de vinos y paramos en una tienda para que me diera el capricho de comprar un buen Chablis y un riesling alsaciano. También hicimos la compra de macarons, que no podía faltar, y Bea paró a comprar un pañuelo para el cuello. Salimos de Grenoble a la una de la tarde, con muchos km de carretera por delante que recorrer.
Por el camino cogimos un tráfico horrible entre Valence y Avignon (es lo que tiene agosto y fin de semana). El tráfico hacía acordeones cada pocos km con lo que era un arranca/para de atasco en atasco. Nos llevó tres horas hacer lo qque se suponía que haríamos en dos. Cuando llegamos a Narbona decidimos parar a hacer una pequeña compra en el supermercado para aprovisionarnos de productos franceses imprescindibles para el día a día (guiño, guiño). De ahí ya poco que contar. Estamos durmiendo en un hotel de carretera en Tarbes. Mañana llegaremos por la tarde/noche a Coruña y a descansar que el lunes hay que trabajar. La ruta, aquí.
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