Penúltimo día en NY. Todavía no nos hemos ido y ya vemos como se nos escapa el tiempo y nos da tiempo a nada... Esta ciudad es inmensa y son taaaantas las cosas por hacer que por unas cosas u otras no hemos podido hacer que antes de irnos ya deseamos volver. Hoy el día amaneció lluvioso. De hecho una fuerte lluvia nos despertó por la mañana, pero cuando finalmente salimos del apartamento había la típica lluvia fina que más que nada toca las narices y que hace que la visibilidad sea baja lo que nos estropeó los planes de coger un barco.
Salimos del apartamento en dirección al portaaviones Intrepid que está a poca distancia (para los estándares de NY) y como sabréis tengo cierta predilección por los aviones y los temas bélicos. Llegar al puerto y ver un barco tan grande en el muelle ya impresiona.
Nada más llegar y coger la entrada tuve la grata sorpresa de que en la entrada se incluía una visita al USS Growler, uno de los primeros submarinos en llevar misiles de crucero. Nos dirigimos allí de inmediato y estuvimos recorriéndolo por dentro admirando como vivía la gente dentro de tan poco espacio y los pocos lujos que se podían permitir. Salimos de allí con ganas de ver el portaaviones y subimos por un ascensor hasta la cubierta del hangar que es donde se comienza la visita. Al entrar nos advirtieron de que iba a comenzar una "experiencia audiovisual" sobre los combates en los que estuvo involucrado el navío con especial incapié en los ataques kamikazes sufridos. El asunto consistía en 5 pantallas proyectando la historia y un poco de efectos especiales en forma de luces y humo. Nada muy espectacular pero si que te ponía en situación sobre la historia del barco. Seguimos viendo el contenido del museo, subiéndonos a un pequeño helicóptero de rescate y viendo detalles de motores antes de subir a la chicha, la cubierta de vuelo.
Allí se puede ver una bonita colección de aviones. Si bien no es muy grande como la del museo de la RAF de Londres, si que tiene una colección bien seleccionada. Por mencionar algunos: F4 Phantom, Mig 21, Mig 17, F14 Tomcat, F16 Fighting Falcon, A-6 Prowler, Lockheed A-12 (el predecesor del SR-71 Blackbird). La verdad es que me lo pasé muy bien viéndolos y disfruté como un niño. Desde la cubierta se puede subir al puente de mando por donde hicimos un recorrido muy interesante pudiendo ver lo que ve el capitán de un barco tan grande y tan especial como éste.
Cansados de caminar por el barco cogimos un par de bagels en H&H Bagels y un poco de queso philadelphia para continuar camino. Cogimos el metro y nos plantamos en Canal Street, el corazón de Chinatown. Nos pusimos a pasear entre gente que nos ofrecía imitaciones de relojes o de bolsos de marca. En un principio, entrando desde el oeste, lo que veíamos eran muchas tiendas de souvenirs y de bolsos de plástico. Según íbamos yendo hacia el este lo que encontrábamos eran joyerías con cosas muy exageradas y carísimas.
Seguimos caminando metiéndonos en el barrio y curioseando por las tiendas de alimentación que exponen verduras desconocidas y cosas como ostras secas que tienen pinta de ser deliciosas para elaborar salsas y sopas. Vemos un par de pescaderías que exponen los peces vivos en cajas a las que cambian el agua con cierta frecuencia. Cogemos para comer unos bollos en una pastelería china (¡que ricos!) La verdad es que el día estropea un poco las cosas, pero es divertido pasear por Chinatown.
De allí comenzamos a subir por Little Itally hasta Nolita. Los de NY no se han comido mucho la olla con los nombres de los barrios en esta zona. Así, Soho es South of Houston, Noho como adivinaréis es North of Houston (Houston es una calle) y Nolita es North of Little Italy. De este tipo de cosas viene la coña de How I Met Your Mother con Dowisetrepla, un barrio inventado cuyo acrónimo significa Downwind of the sewage treatment plant. Nos dedicamos a pasear por las botiques del barrio buscando cosas especiales y de diseño e hicimos alguna pequeña compra. Eso sí, con nuestra predilección por los cupcakes paramos a coger un par en una pastelería y estaban deliciosos. Seguimos caminando e hicimos la segunda parada culinaria en un Pikberry. Esta cadena se dedica a popularizar el yogurth helado. Esta moda viene porque consiguen un helado libre de grasas que si te gusta el yogurth natural está delicioso y es más sano que el helado normal. Al propio helado te permiten echarle toppings que pasan por frutas, trocitos de chocolate, cereales... Una cosa así yo creo que podría triunfar en nuestras ciudades sin dudarlo. Cuando nos cansamos de caminar cogimos un taxi al apartamento.
¿Y la cena? Pues decidimos pedir una pizza desde casa, que suena estupendamente. Así pedimos una pizza online en Patsy's mediante un sistema que hay por aquí que agrupa a muchos establecimientos y te dice que establecimientos de tu zona te sirven a domicilio y te permite hacer un pedido. Un sistema casi perfecto para pedir comida a domicilio sin acumular folletos. Y así, comiendo una pizza estupendísima, acabamos este día.
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