Dicenueve díasa de viaje ya... ¡Como pasa el tiempo! Queda ya poco viaje en USA y nos está dando algo de pena ya ver el final del viaje. Quizás eso a veces nos haga tener pereza por subir hasta San Francisco aunque nos apetezca mucho la ciudad, cuestión de ver ahí ya el avión que nos lleve de vuelta a casa. En fin, que muchas cosas nos quedan por hacer todavía y ¡las vamos a disfrutar! Hoy tocaba acabar con LA y seguir por la carretera de la costa. Salimos del hotel camino de Venice Beach aunque por el camino tuvimos la tentación de tirarnos medio día en lso estudios Warner porque teníamos la posibilidad de ver el set de Friends (ya no la emiten pero han conservado el set por los fans) y la pequeña posibilidad de ver el de Big Bang Theory, pero decidimos que era mucho tute luego y pasamos del tema.
Llegamos a Venice Beach y aparcamos tras pagar 6$ por un parking de tarifa plana (es prácticamente la única forma de aparcar allí). Que raro se hace estar en un sito que sale en tantas películas. Y sí, los vigilantes de la playa van de rojo y los coches de salvamento son amarillos. Y sí, hay casetas de playa para los vigilantes. Todo tal cual la serie, menos las jamonas tetudas del playboy :-) Caminamos por el muelle que sale desde esta parte de la playa. En él muchas gaviotas y mucha gente pescando. Carteles por todos lados de que determinadas especies están muy contaminadas y que no se deben comer. La gente pesca que te pesca cogiendo peces pequeños pero en mucha cantidad. Muchas cosas curiosas en el muelle. Había unos sitios para que pescasen los minusválidos con la barandilla y el hueco de la caña de pescar mása bajos. Lo más curioso para mí es que había unos sitios preparados para limpiar el pescado. Y por todos lagos gaviotas esperando a ver si la gente se despistaba y caía algo. Bajamos del muelle y caminamos algo bajo él y por los alrededores, tocando por primera vez en nuestras vidas el agua del pacífico. Fue algo simbólico, pero emocionante. Había gente haciendo surf pero las olasa no eran nada buenas. La arena era muy fina, estupenda diría yo, pero el agua parecía algo aceitosa, no apetecía mucho bañarse en ella.
Acabamos al cabo de un rato allí y comenzamos camino. Cogimos la carretera 1 del estado de California y seguimos por la costa camino de Malibú. Por el camino babeamos. Toda la carretera está llena de casas colgando sobre la costa. Parte de la casa apoyada sobre el acantilado y la otra sobre pilares en el agua. Una maravilla. Paramos en una pequeña playa donde una familia descasaba y nos quedamos mirando a las casas colgando. Salimos de allí al cabo de un rato y seguimos carretera quedando sorprendidos por lasa montañas, la costa, las playas... Paramos un ratillo en un outlet para acabar con la compra de vaqueros, que era uno de los objetivos. Con la compra realizada y parando a comer un perritos seguimos camino. Siguiente objetivo, Santa Barbara. Por el camino paramos a ver como unos pelícanos pescaban. Los habíamos visto en zoos o en parques pero nunca los había visto el libertad y pescando. Son impresionantes. Tan grandes, como vuelan, se zambullen a toda leche en el agua y salen con la comida. Alucinante.
Santa Barbara. Me apetecía mucho ir. Por varios motivos. Por un lado me habían hablado bien del sitio tanto gente como las guías. Por otro lado me une una persona de la familia con el sitio. Un tío de mi padre vivió allí bastante tiempo y estaba encantado. Así que nos dedicamos a recorrer carrteras entre casas, por calles repletas de árboles muy antiguos con flores violetas. Recorrimos en coche la marina antes de subir a la antigua misión Española (California pertenecio a España hasta que se la vendimos a los americanos). Tanto la misión como el entorno es una maravilla. Cesped con gente jugando, comiendo... Todo muy cuidado y preparado. La misión no la pudimos ver por dentro, pero por fuera tenía un estilo colonial español que todavía no habíamos visto nunca. Alguna más tocará en este viaje, la zona está repleta. Paramos a hacer algunas compras con el sol ya poniéndose sobre el horizonte.
Poco más que contar hoy. Paramos a comer algo de comida japonesa en un pueblo por el camino tras fallarnos un sito de barbacoa que estaba cerrado. Mejor para nuestra salud. Una sopa de miso y un poco de pescado y calamares son mejores para nuestra salud. De allí al hotel de esta noche, que es maravilloso. En el parking, nuestro primer mapache en libertad rondando por los demás coches. Bea lo anduvo persiguiendo un rato pero pasó de ella. ¡Mira que es curiosa esta niña! La ruta de hoy, aquí.
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