Amaneció como estos últimos días. Soleado pero sin una temperatura muy elevada. Hoy nos tocaba un día de transición, por desgracia. El problema que tenemos en estas últimas etapas del viaje tiene nombre y apellidos. Memorial Day. Los americanos tienen 4 días festivos al año y estamos justo en un puente. Un puente en el que todo el mundo se va de paseo por ahí y como no hay casi festivos lo planea con tiempo. Es por ello que casi no hay disponibilidad de hoteles en ningún lado. Esta noche pasada ha sido estupenda. Hemos cogido un hotel carísimo por un equivalente a 100€. Un hotel precioso, de madera, estilo americano, con una chimenea central gigante y con chimeneas de gas en todas las habitaciones. Uno de los edificios de hotel más elegantes y bonitos que he visto nunca. Esta zona está fuera de temporada y por semana es fácil encontrar cosas así. Este mismo hotel, en este puente, cuesta unos 350€. Bueno, costaría en caso de haber sitio porque con ese precio y todo está completo. Es por esto que el viaje a Yosemite rompe nuestro camino por la costa. Tenemos que hacer un esfuerzo grande para desviarnos hacia el interior unos 300 km de ida y otro tanto de vuelta para poder tener hotel cerca de Yosemite algún día. En el propio Yosemite un fin de semana como este, pagues lo que pagues, necesitasa reservarlo con muchísimo tiempo de antelación. Así que la mitad de nuestro día es fácilmente resumible. Cogimos el coche, recorrimos un poco la playa de Avila (que estaba al lado del hotel), recorrimos en coche San Luis Obispo (mono pero sin mucho más) y nos tiramos 300 km en carretera hasta llegar a nuestro hotel en Oakhurst.
La segunda parte del día, pues mucho mejor. Yosemite. Otro sitio mágico para los amantes de la naturaleza. Animales salvajes en libertad al lado de la gente. Ciervos, ardillas, mapaches y... osos. Todavía no hemos visto ninguno, para nuesta pena. Todo está pensado para proteger a los osos de los humanaos y no al revés. Está prohibido dejar comida en el coche y hay contenedores a prueba de osos para guardar allí tu comida y que no te destroce el oso el coche tratando de cogerla. Todo tiene el sentido de que no puedes acostumbrar a los osos a comer la basura humana ya que los animales si se alimentan de la comida que les proporcionamos dejan de tenernos miedo y se vuelven peligrosos, además de depender al 100% de los humanos y dejar de buscar comida por sí mismos. En todas las guías de todos los parques se repite eso y se cuenta la historia de terror de un niño empalado por las astas de un ciervo por no darle un sandwich. Cuando un animal pierde miedo a los humanos se le sacrifica. Es muy triste pero la irresponsabilidad de gente que les da de comer o tira basura por las ventanillas hace que esos animales mueran. Obviamente están penadas con multas muy fuertes estas conductas.
En fin, al tema, Yosemite. Alucinante. Bosques frondosos, algunas sequoias aunque no es el mejor sitio para verlas y un paisaje marcado por el granito. Granito que asoma por todas partes. Entre los árboles, en las montañas, en los lados de la carretera. Todo es granito al aire. Por momentos algunas partes de los bosques recuerdan a Galicia por como aflora el granito entre ellos. El espejismo termina cuando llegasa al fondo del valle y sales del túnel hacia la luz. Al salir te encuentras con un valle con grandes paredes de granito casi vertical y cascadas gigantes que caen desde lo alto. Es primavera, a finales de Mayo, deshelando, mucha agua. MUCHA agua. Las cascadas caen repletas. El río ruge embravecido y aparecen arroyos por todas partes de los que beben los ciervos distraidos. Hacemos unas fotos y nos dirigimos a la primera cascada. Es tarde y queremos aprovechar lo poco que queda del día, mañana tocará dedicarle todo nuestro tiempo al parque. A cientos de metros de la cascada ya parece que llueve. El río que surje de la cascada está a tope y cae mucha agua por las escaleras que suben hasta ella. Yo llevo botas de montaña y no sufro mucho.
Bea lleva tenis y se moja alos pies basatante. No hay fallo, en el coche hay calzado de repuesto, ¡no nos lo vamos a perder! El agua nos rodea vaporizada al chocar contra las rocas de granito del fondo. ¡Menos mal que la cámara está sellada contra el agua! Hay mucha gente haciendo fotos con equipo bueno y bastante de ellos llevan trípode, aunque ninguno está a salvo del agua. Subo lo que puedo y hago unasa fotos, grabo un video y bajo. Otro aficionado me ofrece una toallita para limpiar el filtro que acepto gustoso. ¡Que maja es la gente! El resto de lo que nos quedó de día nos dedicamos a recorrer para hacer un pequeño reconocimiento del parque. Nos quedan cascadas que fotografiar y recorrer, mañana será el día. No nos cansamos de ir despacio observando los bosques en busca de osos. En el camino de vuelta paramos a cenar una pizza cocinada en horno de leña que resulta estar estupenda y que devoramos completa a pesar de ser gigante. Mañana toca Yosemite 100%. La ruta de hoy, aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario