Nos despertamos esta mañana tras haber dormido mal. Así que voy a blasfemar un poco y me voy a cagar en el cura de Cambrils y en sus santos sacramentos. ¿Alguien me puede explicar como es posible que uno pueda tocar las campanas cada hora toda la noche? ¿No hay ninguna ley que lo impida? Porque manda huevos. Así que hoy no tocó dormir bien, la verdad. Salimos algo cansados del hotel y nos fuimos camino de Barcelona.
En Barcelona ya hemos estado muchas veces, y siempre nos gusta dar un paseo. Ya conocéis mi afición a los juegos de tablero, los cómics y la frikería en general y Barcelona es la mejor ciudad para ello de España. Con diferencia. Las tiendas que hay en la zona de Arco de Triunfo tienen más material, muchas más cosas de importación y, por encima de todo, está Gigamesh. Gigamesh es, sin discusión alguna, la mejor tienda de todo esto del país. Siempre ha sido buena pero desde la remodelación de hace unos años es todavía más impresionante. Hay muchísimos libros, libros de ilustraciones, figuras y muchísimos juegos de tablero de importación. Allí hice algunas compras (una de ellas un juego descatalogadísimo, el Empires in Arms) y despues nos pusimos a buscar donde comer.
A comer se nos unió mi prima Lara, que vive en Barcelona desde hace ya casi 8 años. Buscamos algún lugar con buena pinta pero la cosa estaba complicada y Tripadvisor hoy no nos daba ayudado. Así que nos metimos en el barrio del Born, dónde hay mucho local bueno donde almorzar y terminamos en el 1932. La verdad es que la comida estaba muy rica. De primero compartimos unos calamares rebozados que estaban buenérrimos. De segundo yo tomé pasta con guiso de jabalí, Bea unas tiras de entrecot con una costra de pan rayado y Lara un carré de cordero con un puré de remolacha y arroz.
Decidimos mover el coche (habíamos aparcado muy cerca en zona azul) e irnos al mundo guiri. Así que nos dirigimos a la zona de Paseo de Gracia y con toda la suerte del mundo encontramos aparcamiento sin pagar un duro. Así que dejamos el coche y nos pusimos a recorrer la zona. Lo primero que hicimos fue buscar la tienda de referencia en cuanto al diseño en Barcelona (Vinçon) pero resulta que había cerrado sus puertas. Una pena, la verdad. Recorrimos la zona antes de bajar de nuevo hacia Plaza Cataluña. La ciudad está en medio de sus fiestas y había ambientazo con concierto incluido. Comentamos por el camino la pena que era que Barcelona fuera tan insegura de cara al turismo. En general son carteristas lo que hay, pero perder una cartera te puede fastidiar por completo unas vacaciones. Busca un consulado/haz denuncia para poder volar sin DNI, consigue dinero para pagar el hotel, etc. Son mil los problemas que te produce. La última vez que estuvimos aquí una camarera me dijo que no podía llevar la cámara tan a la vista que andaban robando a la gente las cámaras a base de rajarles la correa y salir por patas. Una pena, la verdad. Por eso las fotos de hoy son del móvil.
Bajamos desde allí hacia Puerta del Ángel antes de tener que dar la vuelta hacia el coche y salir de la ciudad. Hoy dormimos en un hotel de carretera bastante chulo, en Valls (Class Valls). Por lo que hemos visto al llegar es el mejor hotel relación calidad/precio de nuestras vidas. O casi.
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