Hoy nos levantamos en nuestro lujazo de habitación y desayunamos en una mesa redonda de la suite. Salimos del hotel tras una buena noche y pensamos que hacer. Hoy el grueso del plan era quedar con unos amigos expatriados en Milton Keynes, una ciudad al norte de Londres. Así que pensamos que hacer por el camino y decidimos hacer varias cosas, la primera era ver un pueblo de los Costworlds y el que nos quedaba más cercano era Castle Combe.
Así que recorrimos otra vez las lentas carreteras británicas y llegamos al pueblo, muy pequeño pero idílico.
Un río lo recorre por el lateral, las casas son bastante uniformas y casi siempre de la misma piedra. Nos llama la atención la iglesia y paramos.
Por fuera es un bellezón, por dentro es más normalita. Nos llamó la atención que cada familia del pueblo tiene su banco y sus cojines bordados, muy cuqui todo. La estampa se completa con un hotel integrado totalmente con las casas locales y con un inmenso campo de cricket y también lleno de ingleses ultra pijos.
Muy satisfechos por la parada y todavía con la boca abierta por la belleza del sitio seguimos camino.
Lo siguiente del día fue una parada express en Bicester Village, otro de esos outlets que pertenece a la misma cadena que La Roca Villa o Las Rozas Village. Ya habíamos estado y sabíamos lo que había, pero hoy fue un locurón de gente. Brutal. Pero bueno, dimos una vuelta rápida, fichamos en Kipling, comimos un sandwich en un Pret a Manger y seguimos camino.
Con nuestros amigos quedamos en Stroke Bruerne, donde había una feria de los años 40. La idea fue de ellos y nos lo pasamos muy bien. Había exibición de vehículos de la época (incluyendo militares), gente con ropa de época, alguna pequeña recreación militar, un Spitfire volando unas cuantas pasadas sobre la gente y una actuación de una cantante que interpretaba canciones de la época mientras la gente bailaba y cantaba algunas muy populares.
Cuando acabó la música caminamos todos por los canales viendo barcos engalanados. El sitio es precioso y hay ambientazo.
Cuando murió todo (a eso de las seis y pico) nos fuimos a cenar al Cowper's Oak, en el pueblo de Weston Underwood. Llegamos antes de nuestra reserva así que nos tomamos unas pintas en el exterior charlando animadamente hasta que llegó la hora de cenar. Nos zampamos todos lo mismo: hamburguesas de venado. Bueno, miento un poco, Cloe se tomó unas tiras de pechuga de pollo rebozadas con patatas y guisantes. Y así siguió la cena y la conversación, postres incluidos (bread & butter pudding y chocolate tart) hasta que ya fue demasiado tarde como para proseguir, a las tardías 10 de la noche. Ahí nos despedimos y fuimos a dormir al hotel de esta noche, el Woodland Manor, desde el que os escribo.
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