jueves, 6 de abril de 2023

Roadtrip en familia - Bryce Canyon y Zion (3)

Nos volvimos a levantar hoy en Springdale, pero esta vez rodeados de nieve. Es una maravilla ver el pueblo nevado y las montañas levemente cubiertas de nieve. Hoy decidimos ir a pasar el día a otro parque natural, Bryce Canyon, a unos 150 km de distancia. Antes de salir salimos a desayunar a un café cercano con buena pinta, Nos pertrechamos con nuestra mejor ropa de invierno, ya que aunque en Springdale estabamos a -2 muy pronto por la mañana, la máxima prevista en Bryce eran -6 y en ese momento estaban a -12. 

En el café desayunamos comida contundente, las típicas tortitas, torrijas y huevos revueltos con bacon. El frío hacían necesarias esas calorías. 

Antes dde salir del pueblo tratamos de buscar guantes de nieve para Bea en las dos tiendas del pueblo, pero la búsqueda fue infructuosa. La verdad  es que las tiendas no tenían nada ya de invierno duro, esta tormenta en primavera es extraordinariamente rara y las tiendas ya habían liquidado su stock invernal. 

Salimos pues de Springdale atravesando el parque de Zion por las montañas. Esa vista con ellas nevadas se nos quedará para siempre como una de las carreteras más bonitas que hayamos conducido.  Nos quedó pena de no tener más tiempo para poder hacer alguna de las rutas que parten de la zona alta, desde las cuales hay unas vistas espectaculares de Zion, pero el tiempo no daba ya para más. La verdad es que esa zona es increíble y daría para una semana sin ningún problema. 

Una vez salimos de Zion, si bien la carretera ya no atravesaba puertos de montaña, iba cerca de zonas montañosas y estaba todo muy nevado, con praderas en las que apenas se podía divisar la parte superior de unas vallas cubiertas por algo más de un metro de nieve. Según nos íbamos acercando a Bryce, seguíamos subiendo y la nieve volaba sobre la carretera. El cielo, sin embarco, estaba casi totalmente despejado y la luz era preciosa. 

Tras disfrutar del camino, llegamos al parque de Bryce y nos costó algo de encotrar aparcamiento, pero nada serio. Aquí si había mucha nieve, aunque las carreteras estaban en buen estado. Cogimos bastones, nos abrigamos todo lo abrigable y salimos a pasear simplemente por el camino que sigue lo que en Bryce llaman el afiteatro, que es la vista principal. Al principio no nos pusimos los microspikes (unos pinchos metalicos que se ponen bajo las botas para no resbalar) pensando que el camino estaría limpio, pero no. En cuanto vi el hielo que había nos los pusimos y mano de santo, se iba muy cómodo sobre el hielo. Cloe aprovechó la cantidad de nieve que había para poder hacer un muñeco de nieve, al que papá le dio un toque punkie.






Tras un rato recorriendo las vistas del mirador, decidimos bajar por un sendero que nos dio acceso a más vistas. El camino era empinado, y de nuevo benditos microspikes. Tanto a la bajada como a la subida nos ayudaron mucho. La caminata fue bastante fatigosa por el frío y la altura, pero nos lo pasamos muy bien entre las vistas del parque nevado y la nieve en si misma. 



Cansados salimos del parque a las seis de la tarde, porque no queríamos conducir de noche con el tiempo que hacía. Eso hizo que no parásemos a cenar por el camino. Volvimos disfrutando de la puesta de sol y la luz oscureciéndose cuando volvimos a entrar en Zion. Paramos a cenar otra vez en Zion Brewery y nos zampamos unas hamburguesas y un meatloaf de carne de búfalo. Cansados ya tras cenar nos metimos en cama con algo de pena de irnos de Zion pero con mucho por delante.

 

No hay comentarios: