Lluvia. Que poco gusta cuando uno está de viaje. Es un fastidio, pero cuando uno se va de viaje tres semanas es muy difícil, aunque se trate de esquivar, no tener algunos días así. De todas formas siempre es mejor que coincida la lluvia cuando uno está en una gran ciudad. Siempre hay sitios donde resguardarse y cosas que hacer. Nos arreglamos, bajamos a desayunar y salimos camino del Vasa Museum.
El Vasa, o la historia de una cagada. Otros países la hubieran escodido en lo más profundo de su historia, pero van los suecos y le hacen un museo. Corría el año 1628, y el buen rey Gustavo Adolfo II decide hacer un navío de la leche bendita. Un buque de guerra grandioso y colosal que dominase el báltico. Pues van y lo hacen mal y se hunde en pleno puerto, muriendo muchos de los tripulantes en el naufragio. Como veréis no es algo como para hacer un museo. Pues los suecos lo sacaron del fondo y han hecho un museo donde se puede ver el barco en todo su esplendor. Tiene algunas partes que no son originales (como los tornillos y algunas partes del mástil) pero la mayor parte es el original. La verdad es que merece muy mucho la pena porque el barco es enorme y denota el esplendor de una época ede construcción de enormes barcos de madera de forma completamente artesanal. Nos quedamos un rato por el museo dando vueltas antes de dedicarnos a callejear.
Salimos del museo y el viento arreciaba. Refugiándonos entre las calles dimos con una zona de tiendas de diseño. Nos encanta el diseño. Nos metimos en un par de tiendas de muebles alucinantes, tratando de coger ideas. Después nos metimos en la típica tienda con mil chorradas útiles de diseño, desde salvamanteles a sitios para guardar las llaves. Saliendo de allí, casi sin querer, encontramos el mercado de Östermalms Saluhall. El sitio era realmente curioso, mezcla de mercado y sitio con caterings para comer. Había una panadería, varias pescaderías, una par de carnicerías/sitios de fiambre con unos chuletones que quitaban el hipo y después había sitios con comida para llevar y algunos tenían ya sus mesas y servían bebidas. Había para todos los gustos y precios. Desde salmón ahumado con una pinta excepcional, pasando por cangrejo real o bogavantes ya cocidos para comer. Decidimos parar a comer algo en un café del mercado simplemente para reponer fuerzas antes de seguir camino, quedándonos con una grata impresión del lugar.
Salimos de allí y cogimos el metro hacia Sodermalm, la isla sur de lo que sería el centro de Estocolmo. La isla es la zona más de moda. Es menos bonita que la parte centro/norte, pero quizás sea la parte más "real" de la ciudad, donde se ve más vida autóctona. Supuestamente es la parte de moda y donde se marcan las tendencias. Nos dimos un paseo con un tiempo desagradable, haciendo alguna compra antes de volver hacia la parte oeste a dar otro paseo. Cuando nos cansamos, subimos al hotel un rato antes de bajar a cenar. Hoy decidimos que había antojo de comer algo sencillo y rápido así que nos metimos una hamburguesa en un TGI Fridays. Podríamos decir que no estaba mal, pero sin alardes. Dimos un último pasaeo por la calle, viendo a la fauna nocturna en los bares y cafés y nos fuimos a descansar. Mañana empieza el retorno al sur.
PD: Las fotos mañana
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