sábado, 14 de abril de 2012

Europa de nuevo: Día 15 (Roskilde y Hamburgo)

Nos levantamos algo cansados hoy. Por europa adelante no hay persianas y amanece realmente pronto. Salimos del hotel Bella Tower (muy buen hotel aunque no está en el centro de Copenhague, es un hotel de negocios) con intención de dar un último paseo por la ciudad. Nos fuimos a una zona que hay un poco después de la sirenita, la zona del muelle de trasantlánticos. Por el camino recorrimos varias zonas que no habíamos explorado desde el coche. Poco después salimos hacia Roskilde, a poco más de 30 km de distancia. La idea era ver un museo que hay allí de barcos vikingos.

Cuando llegamos a Roskilde amenazaba lluvia. Pasamos con el coche cerca de la catedral e hicimos unas fotos antes de bajar al museo. La catedral es patrimonio de la humanidad y es una buena muestra más del gótico de ladrillo del báltico, pero no nos pareció demasiado atrayente así que seguimos hacia el museo. El museo tiene en un muelle exterior reproducciones modernas de barcos vikingos hayados en el fiordo. Han analizado como se contruyeron y con que materiales y con esa información han hecho barcos funcionales con los que han navegado. Pero vamos, que no os penséis que se dieron una vuelta al fiordo. No no, los tipos se fueron hasta Irlanda y circunavegaron Inglaterra. Entramos al museo y , la verdad, los restos eran algo decepcionantes. Sólo se conservan un 25% de los barcos y, a pesar de su importancia, eran poco más que cuatro pedazos de madera. Supongo, que bajo el punto de vista arqueológico, son altamente importantes. Me imagino a un visitante yendo a un castro y pensando "cuatro piedras mal puestas", pero sinceramente no nos emocionó demasiado. Salimos de allí con hambre y nos fuimos a comer a un restaurante cercano algo de comida autóctona antes de abandonar el país. Bea comió una hamburguesa vikinga y yo un combinado de pequeños platos locales antes de seguir camino.

Porque hoy dormíamos ya en Alemania. La ruta más corta era haciendo otra pequeña travesía en ferry. Esta vez algo más larga, pero sin pasarse. 45 minutos en ferry para llegar desde Dinamarca hasta Puttgarden, en la costa alemana. El viaje transcurrió sin sobresaltos y el mar no estaba demasiado picado, así que pasamos el tiempo viendo el mar, paseando por las cubiertas y curioseando por el duty free. Cuando llegamos a Alemania salió el sol y decidimos bajar al centro de Hamburgo a cenar. Aparcamos el coche justo al lado de un lago y dimos un paseo. El centro es realmente precioso pero nos dimos cuenta que poco a poco comenzaban a cerrar la mayor parte de los restaurantes y se iba quedando muy vacío. Lo primero que pensamos es que esta ciudad era como la mayor parte de las alemanas, sin vida por la noche. Como no nos convencía nada y estábamos algo derrotados hoy, cogimos algo de comida en un supermercado y nos fuimos hacia el hotel. Decidimos eso sí, pasar primero con el coche por el barrio rojo y, sorpresa sorpresa, estaba hasta el tato allí. Pero vamos, aun con su sordidez, había gente de todas las edades y condiciones. Digamos que es una atracción turística más y estaba lleno de gente de fiesta. Como ya habíamos comprado comida y estábamos un poco derrotados, nos fuimos a dormir y mañana continuaremos nuestro periplo hacia el sur.




La ruta del día, aquí

PD: Faltan las fotos, mañana las subimos

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