
Nada más verlo delante ya acojona el edificio. Una vez dentro, la cosa es todavía mejor. Quizás lo único malo de él es que abruma con la cantidad de cosas y, al final, uno ya no valora lo que ve. Hay material egipcio, griego, romano, mesopotámico, asirio, .... Realmente es la leche lo que han expoliado estos tipos. Salimos tras unas horas con ganas de comer, y tras dar unas vueltas en dirección a Leicestre Square y parar en una tiend

Salimos de allí satisfechos y con el estómago caliente por las especias y nos dirigimos a un par de tiendas freaks de comics y juegos de rol de la zona. En la primera (Forbidden planet), nos paramos un buen rato a curiosear figuras de series, comics y chorradas varias. En la segunda (Orcs nest) compré un juego de cartas en el que tienes que escapar de los zombies, a ver que tal resulta. Tras la compra freak del día, volvimos a la zona de

Tras el intento frustrado nos largamos a Harrods. Es impresionante la de cosas caras que haya allí, a precios realmente desorbitados. Si ya nos alucinó un futbolín de 6000 libras, pero fue cuando vimos la horterada de ese mismo futbolín recubierto de cristales de Svarosky por 50.000 libras. En fin, que tras recorrerlo un poco Bea se compró unos calcetines que le hacían falta y yo cargué una cesta de galletas variadas con buena pinta.
Mientras estábamos allí, quedamos con un amigo que estaba aquí con la novia de viaje y el otro día descubrimos que coincidíamos. Nos fuimos al hotel a dejar la compra y bajamos con ellos por el Soho a tomar unas cervezas. Por fín me atreví a tomar una cerveza tibia inglesa, sin gas. La verdad me esperaba una cosa bastante desagradable, pero para mi sorpresa me encantó. Cuando cerraron los pubs deambulamos y acabamos en un KFC cenando (de lo poco que encontramos abierto a la una de la mañana). Cenamos y nos despedimos, ya tarde, y cogimos un bus nocturno hacia el hotel. Mañana a ver a donde vamos!
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