martes, 16 de octubre de 2007

Día 16, Normandía

Hoy nos levantamos algo tarde, nos quedamos un poco dormidos después de las emociones de ayer. Desayunamos muy bien en el hotel y, cuándo salíamos vimos que era día de feria en Ducey. Dimos la vuelta y paramos a ver que había. La gente compraba pescados, quesos, ropa y alimentos preparados. El olor de una especie de criollos que preparaban en unos puestos inundaba la calle. La recorrimos toda sin decidirnos a comprar nada, aunque todo tenía buena pinta, y partimos hacia Fougerés.
Fougerés tiene el castillo medieval más grande de Europa. Es una pasada, y se agradece el cambio dado que por aquí los que se estilan son los castillos renancestistas. La pena es que estaba ya cerrado dado que tenía un horario de mierda fuera del verano (de 10 a 12 y de 16 a 18, me molaba trabajar ahí). Dimos la vuelta alrededor del castillo viendo el foso, las almenas y los molinos. En la parte de abajo había una iglesia que realmente impresionaba por dentro. Las vidrieras en esta zona son espectaculares. Descubrimos una marca en el suelo parecida a las del camino de santiago, pero que marcaba la ruta de peregrinación hacia el Mont Saint Michelle.
Tras salir de allí nos dirigimos hacia la costa, a la zona de los tiros. Paramos en Carentan, que es un pueblecito que parecía bastante deprimido económicamente (dentro de Francia, digo). Nos acercamos a la iglesia, dónde se pueden apreciar marcas de la guerra en las paredes, llenas de cascazos probablemente de disparos. A pesar de esta restaurada (se notaban partes arregladas como las vidrieras) no se podían ocultar cosas como las marcas dejadas por los soldados grabadas en las piedras de la iglesia. Después de hacer una parada técnica en un super, seguimos hacia Point du Hoc.
Pont du Hoc es un cabo donde los alemanes tenían baterías de costa. Los Rangers americanos escalaron los acantilados acabando con la artillería horas antes del desembarco. Hay un monumento recordando el hecho y restos de bunkers. También se ven un montón de hoyos en el terreno con pinta de haber sido producidos por disparos de artillería. Los demás turistas son todos jubilados, a lo mejor volviendo a donde ya estuvieron de jóvenes… De ahí continuamos hacia Omaha Beach, donde desembarcaron los americanos. La playa está llena de monumentos a los fallecidos, y había un museo en cada esquina. Recorrimos un cacho de la playa por la arena, imaginando como sería ver aquello en el momento del desembarco. Luego continuamos un rato por carretera, que la playa en cuestión debe de tener 20 Km, o casi. Como ya se hacía de noche partimos hacia el hotel en las afueras de Caen, para ponernos al día con los deberes y descansar mucho, que de cena vamos a picar delicias regionales variadas, y mañana vamos a salir pronto a ver museos y la ciudad y después PARIS (pedazo de locura de última hora).

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