domingo, 16 de abril de 2023

Roadtrip en familia - 17 Mile Drive y Carmel

Otro día de sol californiano y viento fesco. Nos levantaos y desayunamos en nuestro hotel, el Victoria Inn. Como siempre en USA, cuando desayunas en un hotel no esperes grandes lujos. Algo de café y té muy básicos, gofres que te haces tu en un máquina, algo de fruta y ya. Así que desayunamos y nos fuimos a hacer una ruta bastante conocida, el 17 Mile drive.

Esta ruta discurre por una propiedad privada, que viene siendo un famoso campo de golf y propiedades a sus alrededores. La zona es enorme, y por ella puedes andar en coche tras previo pago de una entrada. La gracia es que gran parte de la carretera va pegada a la costa y hay playas donde apenas hay gente. Nos paramos en la primera playa, en la bahía de los Españoles, y nos pasamos muchísimo rato allí en las rocas, que estaban llenas de vida. En general estaban cubiertas de mejillones, minchas, lapas y percebes. Hacía 30 años que no veía tantas minchas en un sitio, me recordó a mi niñez en las calas de Meirás. Al haber minchas había también muchos cangrejos hermitaños, que usaban las conchas como casa provisional. 





Nos pasamos un montón de tiempo dando vueltas, viendo naturaleza súper viva y saltando de roca en roca, intentando no pisar nada vivo. Desde ahí seguimos por la carretera para ver el sitio más famoso de la ruta, que es un árbol solitario viejísimo en una roca de la costa. Hacemos unas fotos y seguimos hasta Carmel.


Carmel-by-the-sea, que es su nombre completo, es un pueblo muy chulo y muy caro donde vivir. Toda la costa es una playa enorme de arena fina y frías aguas. Aparcamos cerca de ella y subimos hasta el centro andando. El centro es famoso por sus casitas y callejones de cuento. Damos una vuelta y comemos en un restaurante llamado La Bicyclette. La comida es una interpretación de cocina francesa, italiana y local. Muy adecuado al puebo europeizado en el que estamos. Al final Cloe comió pizza, yo pasta con langosta y Bea un filetaco a la pimienta. Salimos de allí con ganas de dulce. Las niñas se comieron uns chocolates que habían comprado en una tiendecita del pueblo, y yo me agencié un biscotti tamaño king size antes de volver al coche.


El camino entre Carmel y Cayucos, nuestro destino, debería haber sido un precioso camino por el Big Sur, siguiendo la costa entre el mar y los acantilados. Pero resulta que las lluvias torrenciales de los dos últimos meses que han dejado a California tan verde y florida también se han cargado la carretera. Así que nada, toca hacer esta ruta por el interior, aunque nos metimos por unas secundarias bastante chulas para amenizar las más de tres horas de coche. 

Llegamos cansados a Cayucos. Hacemos el check-in, dejamos las cosas y nos vamos a cenar un sitio llamado Schooners, donde tomamos otra cena interesante. Bea se tomó un pescado local, yo un filetaco (Bea me dio envidia al mediodia) y Cloe una hamburguesa. Hacia algo de frío en el local pero la comida estuvo bastante bien. Y ya con esa nos fuimos al hotel pronto, que queríamos aprovechar en lo posible el día siguiente


viernes, 14 de abril de 2023

Roadtrip en familia - Santa Cruz y Monterrey

Hoy retomamos el turismo. Despertamos en Santa Cruz justo delante de la playa. El hotel no ofrecía un desayuno completo así que preguntamos si podíamos dejar el coche allí y nos fuimos a desayunar justo al lado de la playa, a un sitio llamado Jack O'Neill. El marco no podía ser mejor, en la esquina de un ventanal viendo la playa y el muelle.

Desayunamos como reyes unos huevos, unas tortitas y un gofre, y nos sentimos llenos de fuerzas para seguir. Empezamos a continuación a caminar por el muelle cuando les dije a las niñas que siguieran que yo iba a volar el dron. Y que sitio tan divertido y espectacular para ello. Volando sobre los surfistas, sobre el muelle, cerca del parque de atracciones de la playa... Me quedé volando la batería entera hasta unirme a las chicas de nuevo. 

Nos pasamos el resto de la mañana dando vueltas por las tiendas que estaban sobre el muelle antes de seguir camino.







El siguiente punto del camino era Monterrey, pero decidimos parar en un lugar llamado Moss Landing. Allí, en un restaurante llamado Sea Harvest, comimos viendo el mar y las dunas. Muy ricas las almejas al vapor y los pescados de la zona, y muy agradable temperatura en una especie de terraza cerrada. Porque aunque hoy hace un día precioso de sol, hay un viento bastante frío y no hace nada de calor.


Terminamos de comer, seguimos hasta Monterrey y dejamos el coche en el hotel. Está bastante cerca de las atracciones turísticas, así que bajamos andado por Caanary Row entrando en tiendas aquí y allá. Es muy tarde ya, las cuatro, para ir al acuario, así que simplemente damos vueltas mirando al mar, viendo las focas, las nutrias y las aves. 









Cuando ya llega la hora de cenar, andamos hasta el Fisherman Wharf. Vamos a un restaurante bastante conocido, el Old Fishermen's Grotto. La cena no está mal del todo pero nada espectacular, Eso sí, cenamos pescado local de nuevo. 

Cansados, volvemos al hotel a meternos en la bañera y escribir el blog. Esta parte final del viaje es más de relajarnos y pasear por la costa que el senderismo por la montaña de la primera parte, así que el ritmo baja y la verdad es que ahora mismo no nos viene mal del todo.

Roadtrip en familia - Palo Alto y San Francisco

Hoy ha sido un día divertido para nosotros pero un poco aburrido para los que nos leáis. El plan ha sido más bien ver gente que hacer turismo, y por eso la entrada no tendrá fotos, ya que las fotos que tenemos son con otra gente y no tienen por que salir en el blog.

Nos levantamos en Santa Nella y nos fuimos camino de Palo Alto. La empresa para la que trabajo tiene su sede allí, y quería pasar a saludar por la oficina pero sobre todo a la colonia española. De Santa Nella a Palo Alto el camino es todo tráfico denso de muchos carriles, y alguna zona chula de colinas y muchas flores debido a las lluvias que han caído este año. Paramos antes de llegar a Palo Alto en una tienda de rol y juegos de tablero llamada Game Kastle y hago algunas compras frikis. 

En Palo Alto aparcamos en el garaje con el que la oficina tiene un acuerdo y paramos a saludar a la gente y luego a comer con ellos. Se unió a la comida también uno de los jefes de toda la vida de esta oficina y estuvimos de leria hasta casi las tres. Después nos fuimos a tomar un café a casa del CEO durante una hora antes de ir a San Francisco. Como podeis ver, cero turismo. En Palo Alto anduvimos solo de la oficina al restaurante, que estaba a un par de manzanas y ya.

Y en San Francisco tres cuartos de lo mismo. Fuimos a verle la casa a un amigo de la empresa.  Estuvimos una hora de charleta con el y su novia y luego nos fuimos a cenar con ellos y con otro compañero que vive en San Francisco. En resumen, un paseo un rato en coche por la cidad para entrar y salir, y mucha charla y risas. Poco que contar para el blog pero divertido para nosotros, aunque al final no hemos visto nada de la zona y da algo de pena no haber siquiera pasado por el Golden Gate.

Pero al final desde San Francisco hay casi hora y media hasta nuestro destino esta noche, Santa Cruz, y no queríamos llegar tardísimo, que Cloe al final tiene diez años y necesita descansar sus horas. Y en Santa Cruz terminamos un fantástico día.



miércoles, 12 de abril de 2023

Roadtrip en familia - Mariposa Grove

Nos desperatamos esta mañana en el hotel en el que dormíamos, el Sierra Sky Ranch. Nos gustó mucho el hotel por la tranqulidad, la amabilidad y las camas cómodas. Descansamos muy bien esta nooche. Nos levantamos y desayunamos. Como es habitual en los hoteles americanos, el desayuno es muy limitado y nada espectacular, pero cumple su cometido. Salí a volar un rato el drone por encima del rancho y de la zona, lo que  buenamente pude, y luego nos fuimos camino de Yosemite de nuevo, pero esta vez no fuimos hasta el valle, si no hasta una zona conocida como Mariposa Grove, uuna zona de sequoias especialmente espectaculares.

Aparcamos en un parquing lejos porque la carretera estaba cerrada, pero esperábamos un shuttle. Nuestro gozo en un pozo. Tocaba andar carretera arriba. Bueno, es lo que hay, pensamos. Nuestro recuerdo de  Mariposa Grove de la última vez era un sitio fácil para andar, con todos los caminos asfaltados, así que un poco de tute cuesta arriba  (y más con el agradable tiempo que hacía) no nos pareció para tanto. Así que una hora y algo mas tarde estábamos arriba, solo para encontrar que la zona estaba muy nevada, y ese camino asfaltado estaba, en su mayor parte, cubierto por más un metro de nieve en algunas zonas.

Lo que más nos jorobaba es que no habíamos subido el equipo para esto. Bea estaba con sus botas bajas, no habíamos traído los cubebotas ni los microspikes, y los bastones descansaban en el coche. Todo mal. Pero en fin, nada que nos imposibilitara el camino. Y como somos túzaros, en vez de meternos por el camino "fácil" que seguía todo el mundo, nos metimoos por una ruta que estaba en bastante mal estado. Pero así somos, preferimos el esfuerzo y poder estar a nuestra bola que estar en lor de multitudes. Así que nos dimos un cansado paseo por nieve bastante blanda en general. Yo traté de ir delante marcando las pisadas para que las chicas pudieran encontrarse un terreno algo más amable, pero aún así el esfuerzo era bastante grande ya que el terreno estaba más bien para raquetas.







Una vez acabado el desvío alternativo nos reencontramos con las masas en dos de los iconos del parque, la sequoia que tiene un túnel en el medio y el grizzly giant, la sequoia más grande del parque. 





Volvimos por el camino principal hasta la salida de Mariposa Grove y, desde ahí, otro buen rato hasta el coche. Bajamos a comer a Oakhurst ya algo tarde, y volvimos al South Gate Brewery. Consistente con la experiencia anterior. Buena comida, todo con mucho sabor. Cloe decidió probar las pizzas y eran muy buenas, con una masa muy sabrosa. A Bea le di envidia ayer y se zampó la misma hamburguesa que yo ayer. Y yo hoy tomé una ensaladita, pero que no os engañe, que un cacho de pizza y hamburguesa cayó. Antes de salir de Oakhurst tuve que parar un segundo a hacer una foto de un hospital. Que cosa más rara, preguntaréis, para que narices quieres hacer una foto de un hospital. Pues Oakhurst, ahí donde lo veis, un pequeño pueblo de la sierra que vive ahora mismo de servir a Yosemite, es una de las cunas del videojuego. Sierra, la creadora en cierta medida de las aventuras gráficas tenía su sede en Oakhurst, y en su momento de mayor esplendor su sede era lo que ahora es un hospital. Al principio de todo fue una casa donde los Williams vivían, pero a esa casa sí es complicado ir y no me parecía adecuado violar la intimidad de sus actuales propietarios. En fin, un pedacito de historia que tenía que ver con mis propios ojos anunque sea una chorrada.


Desde allí, el camino fueron dos horas hasta nuestro hotel, en un pueblo llamado Santa Nella en medio del valle central de California. El sitio era lo de menos. Queríamos algo cómodo y barato a medio camino entre Yosemite y Palo Alto, donde vamos mañana, así que nos decantamos por el hotel Mision de Oro. Cenamos en el hotel y fue bastante decepcionante. Es la primera vez en el viaje que tengo que mandar un plato de vuelta a la cocina, y en general la comida era muy mediocre y cara para la calidad. En fin, que no se puede acertar siempre. El viaje cambia ahora, de la montaña y la tranquilidad al bullicio de la costa californiana, veremos que tal el cambio porque hasta ahora la tranquilidad y los paseos por la montaña han sido muy satisfactorios.




martes, 11 de abril de 2023

Roadtrip en Familia - Yosemite (2)

La verdad es que ha sido un auténtico lujazo despertarnos hoy en Yosemite. La vez que vinimos anteriormente dormimos a hora y media, y fue un coñazo. Dormir dentro del parque nos permitió ver las estrellas anoche y hoy nos permitió no tener que levantarnos tan pronto. Ayer ya decidimos la ruta de hoy, Upper Yosemite Falls. El tiempo acompañaba con más de 20 grados. 

Si bien ayer vimos la parte de abajo de la cascada, uno de los trails míticos en Yosemite es subir a la parte de arriba de la cascada superior, ya que la cascada más famosa de Yosemite se divide en dos partes, y la parte superior es si cabe aún mejor que la inferior. Pero claro, para verla en todo su esplendor es necesario subir mucho. La pena es que el recorrido completo no se puede hacer por la nieve y el hielo que hay ahor mismo. Lo bueno es que las cascadas de Yosemite están realmente espectaculares debido a la carga de agua que llevan. Así que si bien no podíamos subir de todo, si lo suficiente para poder ver unas vistas que se nos quedarían grabadas para siempre. El recorrido fue de los mejores que hemos hecho en nuestra vida. Mucha subida en poca distancia, con pendiente pronunciada, rocas, nieve y pequeños torrentes que vadear. Nada muy profundo que las botas de montaña no solventaran. Absolutamente precioso.





El camino sin ser súper exigente si era muy divertido, y requería concentración todo el rato. Llegamos bastante cansados, sobre todo Cloe, a la vista de la cascada. Nada puedo decir con palabras, más que nunca en la vida había visto una cascada así con nieve e hielo en la parte inferior sobre las que la cascada cae como una niebla fina, pero con cantidades masivas de agua. La cascada más bonita que he visto en mi vida. Nos quedamos un rato ahí y yo me puse con el trípode a hacer fotos mientras Cloe dibujaba la cascada. Cuando estábamos haciendo esto acabé de parloada con una familia de Sort y acabamos hablando de los Doctor Music que compartimos en el pasado sin llegar a saberlo. Muy agradable charla antes de volver hasta el valle. Quizás la bajada se hizo más pesada que la subida, en general lo son. Más duras con las rodillas y menos divertidas ya que lo que había que ver ya se había visto.











Cansados buscamos donde comer y no encontramos nada a mano, así que tiramos de nuestras reservas del coche e hicimos la carretera hasta Oakhust, donde dormimos hoy.


 Llegamos al hotel, dejamos las cosas y nos fuimos a comer al pueblo, a un sitio llamado South Gate Brewing Company. Otra microbrrewery, y van... Pero vamos, todo perfecto. La música genial, la comida, estupenda, la cerveza, de 10, los paisanos, de 10. Todo maravilloso para rematar el día felices e irnos a dormir a un hotel con encanto de rancho.