martes, 10 de agosto de 2010

Día 3: Bezieres - Antibes - Nice

Salimos de Beziers a las tantas, ya que nos acostamos tardísimo el día anterior. Cogimos el coche y ya se notaba que era lunes y había muchísimo tráfico en la carretera. Paramos a tomar un refrigerio en un área de descanso que tenía un pequeño pinar con merenderos. Continuamos dechos hasta el hotel y conforme nos acercábamos a Niza el tiempo iba empeorando. No es que se fuera a poner a llover, pero la temperatura bajó de 30ºC a 26ºC y el cielo se fue nublando. Con este cambio de tiempo los planes de Bea de ir a la playa se fueron al traste y fue un auténtico fastidio.

Optamos por ir derechos al hotel a dejar las cosas e irnos a ver Antibes, a donde llegamos a as 6 de la tarde. Por el camino tráfico y más tráfico... Antibes en un pueblo amurallado en la costa con bastante encanto. Está repleto de callejuelas muy muy estrechas y en las que son algo más anchas están llenas de sitios para comer y de tiendas. Nos dedicamos a recorrerlo, paseando por la marina viendo yates inmensos, callejeando mientras picábamos algo, asomándonos a la muralla para poder ver el acantilado hacia el mediterráneo, viendo la pequeña playa del pueblo....




En fin, que es un sitio realmente agradable y bonito. Conforme se nos fue echando la noche encima fue desapareciendo mucha gente y decidimos ir a Niza a ver como era el ambiente nocturno.

Decidimos ir a Niza todo por la costa y nada más acercarnos vimos una playa larguísima de cantos rodados. Decidimos parar para sentarnos frente al mar un ratito y coger algunas piedras (ya sabéis la afición de Bea a esto). Cuando nos cansamos, seguimos con el coche. Es alucinante el paseo marítimo de Niza, pues recorre varias localidades y ¡mide unos 20 Km! Llegamos a Niza y nos dedicamos a recorrer el paseo hacia el puerto con el coche buscando donde aparcar. Encontramos en un parking tras dar mil vueltas y nos propusimos caminar y cenar algo. La verdad es que el ambiente era estupendo con un montonazo de gente por la calle, conciertos, tiendas, terrazas... Dimos vueltas y vueltas tratando de encontrar donde cenar y era horrible. Todo eran sitios ultra turísticos con los mismos platos para turistas y carísimos. Así que , tras una fuerte oposición mía, me resigné y volvimos al McDonalds (eso sí, hoy vamos a Italia y me pienso resarcir). Cogimos comida para llevar y nos fuimos a sentar a la playa, donde había gente bañándose, comiendo y charlando, a pesar de ser las doce de la noche. Comida de McDonalds,pero a un metro del mar, escuchando el ruido de las olitas sobre los cantos rodados... Un lujazo. Cuando acabamos de cenar nos retiramos a buscar hotel, que ya era la una y media de la madrugada!

Mañana partimos hacia Italia.... La ruta, aquí.

1 comentario:

Roberto Villaverde dijo...

La foto de la gaviota está muy chula, pero me comenta Susana que queremos ver fotos en las que aparezcáis vosotros disfrutando de la gastronomía típica de la zona (y no nos vale el McDonals).

Que envidia me dais!! Pasadlo bien