domingo, 2 de diciembre de 2018

Nuea Zelanda en caravana - Mount Cook

Nos levantamos hoy al lado de un precioso lago, deseando continuar camino. Estábamos cerca de Cromwell, así que decidimos dar una vuelta por el pueblo a ver como era. La mayor parte de los pueblos de la isla sur que hemos visitado son muy similares, parecen pueblos americanos con sus suburbios de casitas de madera y su centro de tiendecitas. En el centro del pueblo hay un mini mall, que viene siendo una zona peatonal, rodeada de aparcamientos, en la que hay calles cubiertas con pequeñas tiendas. Nada reseñable en este pueblo, la verdad. Esta zona vive de las frutas, así que paramos en una frutería a las afueras para comprar algunos productos locales.

Seguimos carretera hacia el Mt Cook, la montaña más alta de Nueva Zelanda. Antes de llegar paramos en Twizel a hacer algo de compra y ver si había donde comer. Como era ya tarde no pudimos comer en ningún sitio decente, así que optamos por un bocadillo en la caravana antes de ir hacia la montaña.

El camino hacia la zona del monte es bordeando el lago Pukaki. Desde el comienzo del lago hasta el final en la base de la montaña hay 55 km, una locura. Una idea que rondaba mi cabeza era dormir en la zona de acampada/aparcamiento donde empezaban las rutas de senderismo principales, aunque no tenía claro si tendríamos sitio, porque lo que había leído es que solía estar lleno. Pero no, esta vez parece que tuvimos suerte. Así que nada más llegar fui a la caseta de registro y pagué la tasa de acampada, esta vez 32 NZD. Una vez hecho el papeleo, decidimos hacer una de las rutas, el Hooker Valley Track.

Esta ruta es sencillita y de unas tres horas, así que allá fuimos con Cloe. La verdad es que no es un ruta especialmente compleja, yo la definiría como una ruta válida hasta para la tercera edad sin achaques serios. Las zonas algo más complejas están solucionadas con pasarelas. El camino merece mucho la pena, se pasa por tres puentes colgantes espectaculares, alguno de ellos no muy recomendables si se tiene vértigo porque, aunque son sólidos, si se mueven, y son bastante altos. El paisaje que te rodea es sobrecogedor, rodeado de montañas imponentes. El destino final es un lago al que va a parar un glaciar. En el lago se ven salpicados restos helados del glaciar. Y todo esto en lo que sería el final de la primavera en NZ...















Volvemos a eso de las ocho y media a la caravana para acabar el día cenando unos ribeye steak bien gordos en la caravana, reponiendo fuerzas para el día siguiente. De noche solo oíamos pájaros, aunque los kea son bastante persistentes curioseando por comida en el techo de las caravanas. Buscábamos flexibilidad y la caravana nos está dando mucha.

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