jueves, 6 de diciembre de 2018

Nueva Zelanda en caravana - Lago Taupo

Despertamos hoy al lado del río, con los trinos de los pájaros y con ganas de ir más hacia el norte. Es bastante curioso que en la isla norte estemos teniendo más frío que en la isla sur, siempre me imaginé que sería al contrario. Eso sí, en la caravana cero frío, tiene una calefacción muy buena y es muy cómoda.


Tras desayunar, salimos hacia el parque natural de Tongariro. En el parque hay varios volcanes, el más famoso de ellos el monte Ngauruhoe que fue usado (con mucho retoque digital de por medio) como el Monte del Destino en la película de El Señor de los Anillos. La caminata más famosa de la zona es el Tongariro alpine crossing, pero con Cloe es imposible hacerla. Son 17 km bastante duros, así que lo dejaremos para cuando sea mayor. Decidimos que no merecía la pena ninguna de las rutas (un poco influyó también el granizo que caía), así que nos dedicamos a ver las montañas desde la lejanía y, cubiertas como estaban las cimas de nieve, resultaron espectaculares.


Seguimos pues hacia Taupo. El lago Taupo es un lago bien grande que tiene un pueblo del mismo nombre en una de sus orillas.


El pueblo y la zona se ven adinerados, nada que ver con lo que vimos en la isla sur. Aparcamos en el pueblo y buscamos donde comer. Terminamos en un sitio llamado Pauly's Dinner. La verdad es que las reviews eran muy buenas pero, o tenían el día tonto o tienen muchos amigos, porque la comida fue bastante regulera. El principal problema es que estaba todo demasiado hecho. En fin, que paseamos un poco por el centro de Taupo, que este ya tenía un tamaño un tanto más decente, y Bea le compró a Cloe unos prismáticos. Imaginaos la ilusión que le hizo, estuvo todo el día como loca. Paramos un rato también en el parque, y me demostró que ha mejorado muchísimo escalando.


De allí tratamos de ir a ver alguna atracción geotermal de la zona, que hay varias, pero ya era tarde (las cinco y media) y estaban cerradas. Vaya. Nos fuimos a ver la cascada mas famosa del pueblo, las Huka falls. No es que sean altas, pero lo espectacular de ellas es el volumen de agua y como baja encajonada. Resulta especialmente espectacular. Damos un paseo de más de media hora, disfrutando de ello.





Volvemos a coger hoy otro camping. El acampar libre es algo más complicado en la isla norte, mucho más poblada. Además el objetivo de hoy era pasar el resto el día en las piscinas termales que hay en el camping, pero se puso a llover y nos jorobo el plan. Así que pasamos el resto de lo que nos quedó del día en la caravana, leyendo y cenando unos trozos bien gordos de ternera que compramos ayer en Wellington.

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