jueves, 11 de abril de 2024

Nueva Zelanda isla sur - Lago Tekapo, mal tiempo y shit happens

Nos levantamos hoy con toda la calma del mundo. Tras muchos días con una suerte tremenda con el clima, hoy era bastante malo. No nos podemos quejar, vamos a la isla sur de Nueva Zelanda en otoño y solo nos ha llovido un poco en serio un día. Esta noche hizo mucho viento y lluvia, y la mañana amaneció igual. La lluvia iba y venía, pero el viento no paraba. Decidimos tomarlo con calma, desayunar viendo la lluvia e irnos. No era tanto la lluvia y el viento, tenemos equipo para soportarlo, como que no se veía el paisaje, el 50% superior de las montañas estaba cubierto de nubes, así que no tenía mucho sentido.

Decidimos coger carretera hacia el lago Tekapo, bonito nombre. Un poco más de una hora después aparcamos. El viento seguía arreciando a base de bien, pero no llovía y no hacía frío en cuanto te protegías del viento con la ropa adecuada. Comimos, que ya era hora de comer, en un restaurante con vistas al lago. Comida no tan abundante como estábamos acostumbrados en el pais, pero muy rica. Mis costillas de cerdo especialmente buenas, Bea tomó un plato de vieiras y Cloe unos calamares. 

Cuando terminamos Bea se fue a ojear un rato a las tres tiendas que hay en el pueblo y yo acompaño a Cloe al parque infantil. El parque la verdad estaba muy chulo, con una tirolina larguísima y buenos columpios, y Cloe estuvo disfrutanto mucho rato, a pesar del viento. Luego bajamos a explorar las rocas del lago y a hacer unas fotos bastante chulas de las nubes tan dramáticas que había. 

En la comida planeamos lo que hacer mañana, ques nuestro último día en Nueva Zelanda. El plan era conducir ahora dos horas y hacer noche cerca de unas piscinas de aguas termales para ir mañana por la mañana. Cogimos la caravana , salimos del pueblo y vemos un coche hacíendonos luces. Revisamos a ver si teníamos algo mal, como una ventana del techo abierta o algo, pero no nos dimos cuenta de nada. Un par de kilómetros más tarde lo averiguamos. Había una caravana de coches y lo que parecía un accidente a lo lejos. Pensamos que lo lógico sería esperar, malo sería que no despejasen en una hora o dos a lo sumo. La alernativa era una vuelta muy muy larga. Un rato más tarde se nos aproxima un policía y nos dice que en el accidente ha muerto un persona así que tienen que realizar una investigación exhaustiva y que les llevará al menos seis horas abrir el tráfico.



Así que nos quedamos sin aguas termales y nos tocó conducir cinco horas de rodeo por el paso de montaña más cercano. Para más inri, varios sitios de acapampada nos fallaron por estar muy llenos, por ser muy estrechos o por nos darnos confianza, así que nos llevó un rato acampar y terminamos aparcando a las diez de la noche. Un poco bajona el fin del día, pero no empaña el viaje. A veces estos iimprevistos pasan y en lugares como Nueva Zelanda las rutas alternativas son escasas.


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