viernes, 25 de mayo de 2018

Japón sin rumbo: Día 12 - Fukuoka

Fukuoka, Kyushu. De las cuatro islas principales de Japón, la más al sur. Llevaba tiempo con ganas de ir a esta isla, pero parecía que en este viaje no iba a ser. Pues fue. Hoy llovía en casi todo Japón. Técnicamente llovía también en Fukuoka, pero sólo por la mañana. Así que salimos de nuestro hotel de Kyoto (Shuzaku Crossing, muy recomenable) y nos dirigimos a Fukuoka en Shinkansen. Ains, como me gusta el tren, y el Shinkansen más. Fiable, cómodo, rápido... En tres horas y media estábamos en Fukuoka y habíamos recorrido los 650 Km de distancia que la separan de Kyoto.

Desayunamos por el camino, dulces que habíamos cogido en la estación. Que rico está todo en este país. Llegamos y nos fuimos al hotel, el Forza. Muy recomendable también. Cerca de la estación y muy tranquilo. Eran ya las tres de la tarde, así que buscamos donde comer. Terminamos en un sótano de un edificio cercano a la estación comiendo pescado a la parrilla, sashimi de sardina, un rebozado de calamares, unos yakitoris y un motsunabe. El motsunabe es una especialidad local consistente en un caldo de col, camarones e intestinos. Oye, muy rico.


De allí salimos a pasear. Primera parada, la lúdica. Ese cartel de Namco me llamaba poderosamente. Así que allí fuimos, a probar como era. Y vaya si superó mis espectativas. Densha de Go! Si ya os había quedado claro que soy muy friki de los arcades, llevaba tiempo queriendo probar la recreativa del Densha de Go!, que traducido sería algo así como "id en tren!". Efectivamente y sí, es una recreativa de conducción de trenes, basado en una famosa serie de videojuegos que cumple 22 años. La recreativa, previamente inexistente, la sacaron en 2016 para celebrar el 20 aniversario de la serie. Es un lujazo, con tres pantallas principales, una táctil y los mandos físicos del tren. Y lo mejor de todo es que conduces la Yamanote. Vamos, para fliparlo. Tras echarme un par de partidas ahí, nos echamos unos piques a una recreativa de coches nueva de Sega, llamada Sega World Drivers Championship. Maravillosa es la palabra. Hasta tenía un modo kids y pudo jugar Cloe con nosotros, toda emocionada.




Vale, no me enrollo más. Salimos de allí callejeando por, una vez más, las típicas calles cubiertas. Allí vimos un ambiente mucho más local. Hay turismo en Fukuoka, sí, pero sobre todo Coreanos y Chinos. Busan está a tres horas en ferry, eso hace que haya turismo Coreano. Pero occidentales por Fukuoka, bien bien pocos. Además de tiendas, las calles están llenas de restaurantes. Esta ciudad es famosa en Japón por su comida. Hay en todos lados y hasta las tantas. Cerrar a las doce de la noche es algo habitual y encontrar sitios que cierren a las 3 o 4 de la madrugada no es tan excepcional. Caminamos hasta el barrio rojo y, aunque había sitios de marcado carácter sexual, creo que lo que más había eran restaurantes. En toda esta zona es muy típico también los pequeños tenderetes de comida, con unos 6 u 8 asientos, donde la gente come, bebe y conversa. El ambiente era muy animado.




Seguimos paseando hasta Canal City, un centro comercial inmenso pegado al río. Allí pasamos lo poco que quedaba de tarde. Es muy nuevo y tanto especial porque mezclaba tiendecitas con cadenas de ropa. La arquitectura se sale también de lo habitual y tiene una fuente con espectáculo de música y proyecciones cada media hora. Bastante impresionante.




Damos unas vueltas, hacemos unas compras y nos ponemos a buscar donde cenar. Al final terminamos en una cadena japonesa de Ramen, Ippudo. Aún siendo una cadena era un sitio muy muy recomendado, y la cadena nació aquí en Fukuoka. No nos defraudó en absoluto, uno de los mejores tonkotsu ramen que hayamos comido en nuestras vidas. Deliciosísimo.


Nos quedamos los tres más que satisfechos así que nos fuimos para cama. Mañana un volcán nos espera.

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