miércoles, 11 de mayo de 2011

Un viaje muy especial, llegando a Nueva York (día 3)

 Hoy más que un día ha sido un día y unas cuantas horas. Llegamos al aereopuerto bien prontito. Dejamos el coche a eso de las 5 y media en un parking de larga estancia que está en la terminal 3 del aeropuerto Charles de Gaulle de París. Aún estando en la terminal está bastante lejos y por eso es mucho más asequible que los demás. Fuimos andando desde el coche hasta el metro gratuito que nos llevaría a la terminal 2E, desde donde salía nuestro vuelo. Facturamos las maletas y nos fuimos a hacer el tiempo a una cafetería y luego a unos sofás. La terminal 2E del CDG está renovada hace no mucho y es una pasada. Amplia, bonita, con un montón de puntos con enchufes donde cargar cualquier aparato electrónico que traigas para entretenerte o trabajar y con una wifi (de pago eso sí) que va como la seda. Tras hacer el tiempo allí embarcamos en el Airbus 330 camino de Nueva York con Bea nerviosa y preocupada debido al vuelo.

El vuelo al final fue tranquilo y apacible. Salimos de París con un tiempo estupendo y despegamos sin turbulencia alguna. De hecho en todo el viaje sólo tuvimos un par de ratos de 5 minutos a lo sumo con turbulencias suficientes como para que nos hicieran poner los cinturones de seguridad. La verdad es que estar encerrado más de 8 horas en un avión es un coñazo insufrible. Por mucho que puedas escoger películas estás 8 horas encerrado en un asiento que acaba destrozándote. Yo empecé un par de películas y las dejé a medias para acabar viendo casi entera "Red". Bea tras dormir casi medio viaje se vio dos películas enteritas. Aterrizamos el JFK a la hora prevista y sin contratiempo alguno. Eso sí, alguien debería decirles para la gente con miedo a volar que te pongan una cámara delantera para mostrarate el aterrizaje no es muy buena cosa.

Llegamos al JFK y lo primero que hicimos fue pasar por inmigración. La gente te cuenta historias terroríficas y que son unos bordes, etc. La verdad es que no tuvimos problema alguno. La chica que nos tomó las huellas y las fotos hasta se mostró a ratos medianamente simpática y ni nos miraron las maletas al entrar en el país. Cogieron la declaración de aduanas y nada más. Salimos a la calle a coger un taxi que nos llevara hasta el apartamento que cogimos, muy cerca del Madison Square Garden. Lo del taxi como mucha gente me había advertido fue la primera aventura. ¡Que mal conduce la gente en NY! Parece que todo el mundo juega a aquello de ver a quién le duele menos el coche. Nuestro taxi de hecho estaba para el arrastre, con unas cuantas abolladuras bien visibles. La gente pita mucho, se cuela, se cambia de carril sin mirar... A ver como conduce la agente en la otra costa, porque aquí madre mía. Por el camino, entre pitidos y frenazos pudimos ver acercarse la estampa de Manhattan, con los rascacielos impresionando ya a lo lejos.

Llegamos al apartamento, dejamos las cosas y aunque derrotados nos fuimos a caminar por la ciudad sin un rumbo predeterminado. Simplemente queríamos aprovechar lo que pudiéramos del día mientras tuviéramos fuerzas para tomar contacto con la ciudad. Nada más comenzar a caminar decidimos comer ya con horario americano (eran las 12:30 y es hora de comer aquí). Paramos en un sito de bagels y bocadillos a comer algo especial para arrancar bien el día. Yo comí un bagel de ajo con queso crema (estilo philadelphia pero de cabra) y... piel de salmón churruscada! Bea se tomó un bocadillo de fillet steak que daba gloria verlo. Nos cogimos unas cuantas bebidas raras y seguimos camino séptima avenida arriba, dirección Times Square. Por el camino paré en una tienda de AT&T para ver si conseguía una tarjeta sim para el móvil con datos. Me fui con mi gozo en un pozo porque me la vendían pero como el móvil ellos no lo tenían en su catálogo no me podían configurar la conexión y la tenía que buscar yo por internet. Como no estaba seguro de que la pudiera encontrar lo dejé correr (ahora mismo ya la he encontrado así que mañana me pasaré por allí).

Seguimos subiendo por la séptima y cuando se cruzó con Broadway decidimos cambiar de calle. Llegando a Times Square ya se empieza a respirar el ambiente. Un cruce de caminos lleno de edificios a cada cual con el cartel más espectacular. Algunos incluso se podría decir que todo el edificio es un cartel en sí mismo. Nos sentamos en las escaleras de la plaza a observar a la gente y mientras esperábamos apareció una pareja que se casó allí mismo. La verdad es que nos quedamos un poco pillados en plan de "oye esos se están casando, no?". Cuando recuperamos algo de fuerzas seguimos subiendo camino de Central Park por Broadway.



Cuando llegamos a Columbus Circle (una esquina de Central Park) nos reafirmamos en una cosa que pasa en Nueva York. Cada dos pasos alguien quiere venderte algo. No es solo que te lo quieran vender, es que insisten en ello y da igual que haya 20 tipos que te quieren alquilar una bici y que a los otros 19 les hayas dicho que no y él te haya visto. Lo va a intentar igualmente. Entramos en Central Park y nos tumbamos bajo unos árboles a descansar otro rato y ver los rascacielos através de los árboles. Al cabo de un rato paseamos un pequeño trozo del parque (ya tocará venir a verlo en profundidad) y recorrimos la parte de juegos infantiles y la zona de juegos de pelota donde había unas niñas jugando al softball. Estuvimos viéndolas un rato observando las indicaciones de las entrenadoras y como se comportaban todas. Salimos del parque tras un rato de paseo más y empezamos a bajar la quinta avenida.

En la quinta caminamos delante de grandes joyerías y tiendas de ropa de firmas. En el medio de ellas destacaban H&M, GAP y Zara. Paramos en la juguetería donde se rodó Big (que viene viendo en el avión un rato) para curiosear y había alguna cosas chula chula, como un futbolín de barbies (xD) o una serie de Barbie de Mad Men. Seguimos bajando la quinta hasta desviarnos hacia la Rockefeler Plaza donde nos sentamos un ratito tratando de decidir si subíamos hoy a lo alto de la torre o lo dejábamos para otro día. Finalmente decidimos que mejor en otro momento con más fuerzas y seguimos caminando. Paramos un ratito en la tienda de Nintendo para ver delante funcionando la nueva 3DS, que todavía no había visto delante. De ahí bajamos por la sexta avenida camino ya del apartamento. De repente vimos la tienda oficial ¡del canal HBO! ¡No nos lo podíamos creer! Compramos algo de merchandishing de series de HBO (adivinad de cual me compré yo cosas) y seguimos camino del apartamento. Por el camino compramos la cena, un poco de pizza un sandwich y un poco de fruta para comer algo un poco sano, que si no... Cenamos ya muertos de cansancio viendo la tele (tenemos unos 800 canales literalmente en la tele por cable, ahora mismo estoy viendo Atlanta @ Chicago de la NBA en la TNT xD). Ahora a dormir y mañana más.

No hay comentarios: