lunes, 16 de mayo de 2011

Un viaje muy especial, Museo de historia natural y Times Square (día 8)

Hoy se suponía que iba a haber tormentas y que haría mal día así que planificamos un día bajo techo. Salimos algo tarde del apartamento dado que ayer llegamos bastante tarde y necesitábamos descansar. Fuimos a coger el metro en dirección al museo de historia natural y a medio camino nos encontramos con que por culpa de unas obras no paraba hasta un montón de paradas después del museo, así que tuvimos que ir hasta la calle 125 (el museo está en la 81) y luego bajar lo que nos llevó mucho tiempo. Dado que en esta ciudad la gente de bien come de doce a dos y cena de seis a ocho (aunque para el turisteo muchos restaurantes se adaptan a cualquier horario) decidimos ir a probar una de las hamburguesas (si no la más) mítica de NY, la del Shake Shack.

Lo que empezó como un simple puesto en Madison Square Park va camino de convertirse en un emporio en NY (ya tiene 4 restaurantes y los cuatro abarrotados). Estuvimos esperando unos veinte minutos para conseguir pedir un par de hamburguesas. Bea se tomó una doble con queso y yo me pedí una especial que hacen ellos que tiene un piso de hamburguesa de carne y el otro es un rebozado marca de la casa relleno de champiñones portobello y una mezcla de quesos.
A compañando todo esto un par de raciones de patatas y unas bebidas. Sólo puedo decir una cosa, la hamburguesa que tomé yo ha sido la mejor de mi vida y con una diferencia abismal. El sitio se jacta de que no usa grasas trans, de que la carne no tiene antibioticos y que todo lo que usan para decorar es reciclado. Muy verde todo y "saludable" dentro de lo que cabe. Recomendable al 200% el sitio y además no es muy caro. Como anécdota deciros que cuando haces el pedido te dan un cacharro bastante grande que vibra cuando tu pedido está listo. Así puedes ir buscando donde comer la hamburguesa ya que el sitio no es muy grande y está abarrotado.

Con el estómago lleno nos fuimos al museo de historia natural. Compramos dos entradas con acceso al planetario y a toda prisa nos fuimos a ver el museo. Recorrimos primero la parte de los mamíferos americanos y rápidamente nos dimos cuenta de que medio museo sin dioramas de cosas disecadas lo cual no es que nos parezca mal, sobre todo a nivel educativo, pero nos la trae al pairo con la prisa que teníamos y lo grande que es el museo.
Así que rápidamente nos fuimos a la parte de la geología a ver minerales y sobre todo, ¡los meteoritos! Cuando llegó la hora subimos al planet-ario y nos sentamos para disfrutar de media hora de narración de Woopy Goldberg sobre las estrellas. Tanto las imágenes como el sitio fueron estupendos, con asientos que vibraban en ciertos momentos para añadir dramatismo. Salimos de allí en cuanto terminó corriendo para ver los dinosaurios, que nos encantan.
Paseamos en los 45 minutos que nos quedaron las salas de dinosarios babeando con las cosas allí expuestas. Aprovechamos hasta el último minuto antes de que prácticamente nos echaran de allí y nos dirigimos hacia Times Square ya que los domingos todo cierra antes y esa es la zona con más vida.

Bajamos desde el muso por Columbus Avenue mientras caía una lluvia muy fina que no molestaba en damasía. Bajando por el camino nos encontramos con una sucursal de la Magnolia Bakery, famosa por salir en la serie Sexo en Nueva York. No pude pasar la oportunidad de tomar un cupcake (mira que me gustan) mientras seguíamos calle abajo y la lluvia comenzaba a arreciar. Esperamos un poco en los soportales a que parase y seguimos como pudimos hasta meternos en una tienda para que pasara lo peor. Cuando salimos todavía llovía algo y nos metimos en un centro comercial en Columbus Circle. Allí acabamos metiéndonos en una showroom de Samsung, probando los nuevos tablets (le falta algo a los tablets android para llegar al ipad) y yo jugando un rato al starcraft 2 en un un PC que tenían con cinco monitores, un equipo de sonido del copón y una silla que si pudiera me llevaría a casa. Cuando cerró salimos hacia
Times Square con intención de caminar un poco más y buscar donde cenar. Nos dimos una vuelta por las tiendas y Bea hizo unas compritas en la tienda de M&Ms de tres pisos que hay en la plaza antes de sentarnos y consultar los restaurantes de la zona en la wifi gratuita que Yahoo regala en la plaza.

Tras buscar un rato acabamos en un japonés bastante chulo donde en vez del típico sushi aprovechamos la estupenda carta para cenar, al estilo oriental, seis platos. Una sopa con gyoza, unos encurtidos, unas bolas de pulpo, una caballa seca a la placha, unos pinchitos de vieira y una ensalada de sashimi con vinagre de arroz fueron la comida que terminó el día de una forma absolutamente estupenda. Además me dio por pedír sake con gas que vi en la carta y la verdad fue un compañamiento estupendo para cena que tomamos. Tras terminar, cogimos un taxi que nos paró delante para dejar gente (¡nos ha pasado tres veces ya!) y nos fuimos al apartamento. ¡Mañana más!

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