sábado, 14 de mayo de 2011

Un viaje muy especial, Rockefeller Center y un poco de todo (día 5)

Hoy nos levantamos con un buen día y nos fuimos a caminar con intención de subir a un rascacielos. Salimos primero hasta B&H, una megatienda de fotografía, video y electrónica que tenemos a dos manzanas escasas del apartamento. Solo puedo decir de ella que es absolutamente alucinante y lo bien que está montada. Hay mil empleados que te ayudan y contestan a cualquier duda. Hay mil modelos de todo lo que quieras elegir (hasta equipo de cine para la 5D mk II) y cuando eliges algo el dependiente de da un ticket. Con él vas a un dependiente que está en un mostrador con unos 50 puestos (literalmente) y él solicita al almacén lo que hayas pedido (que le llega mediante una caja que va por una cinta transportadora hasta su puesto). Allí lo ves delante, él te toma los datos y hace que, mediante cintas por el techo, el paquete llegue hasta una zona de recogida en la entrada. Te dan un ticket para que vayas a caja (que está al lado de la zona de recogida) y cuando pagas con ese ticket en caja te grapan otro de que has pagado y vas a la zona de recogida donde te dan el paquete y te vas. Suena un poco lío pero cuando lo haces lo ves normal y natural y te permite ir haciendo varias compras sin cargar con nada. Además para ellos es super seguro, porque tu no debes llevar nada de material hasta la puerta de salida. La cantidad de material que vende esta gente es absolutamente alucinante...

En fin, de ahí salimos hacia la tienda AT&T para ver si finalmente tengo un número americano con tarifa de datos. Cuando llego a AT&T me dicen que ellos no me pueden ofrecer datos en prepago y que lo sienten (todavía a día de hoy no tengo claro si esto es cierto o es que el dependiente que me tocó era negado). Seguí probando suerte en verizon pero allí me dijeron que en USA solo operan con tarjetas SIM AT&T y T-mobile, así que me fuí a esta pero había tanta gente que nos fuimos y lo dejamos para más adelante.

Seguimos por la calle 34 haciendo compras y subimos por la sexta camino del Rockefeller center, desayunando en un Dunkin Donuts (por primera vez en el viaje) . Por el camino nos paramos a ver Grand Central Station y nos quedamos un rato haciendo fotos y observando el hall.
De allí derechitos al Rockefeller no sin antes parar a comer nuestros dos primeros perritos callejeros. ¡Deliciosos!

Tras una caminata llegamos al edificio y cogimos las entradas. Eran las dos de la tarde y aunque había gente no era una cola larga en absoluto (supongo que al anochecer/amanecer habrá más gente). Subimos tras 42 segundos de subida en la que recorres 67 pisos viendo através del cristal del techo el hueco del ascensor a la vez que se proyectan cosas en el techo de cristal del ascensor. Una vez arriba salimos del ascensor para subir a la primera terraza, que está rodeada de cristales de metacrilato. Dimos la vuelta y vimos una subida a una terraza superior que no tenía las barreras de protección.
De esa forma pudimos hacer unas fotos estupendas y maravillarnos de la ciudad que teníamos a nuestros pies. Para más coña había una pareja haciéndose fotos de boda allí mismo, realmente curioso. Bajamos del ascensor y cogimos un sandwich para comer en una cadena de panaderías.

Cuando nos cansamos cogimos un metro para dirigirnos hacia el puente de Brooklyn. era nuestro primer viaje en metro y nos habían contado de todo de él. Que si la gente tiene pintas raras, que si está sucio, que si es complicado... Paparruchas. El metro es raro porque no va muy profundo y las estaciones son enormes y larguísimas. El metro limpio no está, pero la calle tampoco,así que tampoco se puede pedir más. Y las pintas en el metro las mismas que en la calle, inofensivas. La verdad es que supongo que los barrios de los alrededores serán jorobados a nivel de crimen, pero en Manhattan uno se siente seguro en la calle a cualquier hora del día. Salimos del metro en Grand Street (chinatown) y bajamos en dirección al Pier 17. Por el camino yo me quedé pillado viendo las frutas exóticas y la cantidad de comida china que se ofrecía en plena calle. Paramos en una panadería china y no me preguntéis que comimos porque realmente no lo sabemos :-). De allí caminando por Bowery St. llegamos tras un par de cambios de calle al Pier 17 para ver si cogíamos un Water Taxi.

Nuestro gozo en un pozo porque llegamos a las 5:01 y salía  a las 5. Estaba todavía en puerto y el de la taquilla trató de llamar al barco para ver si podía retrasar la salida un minuto para esperarnos pero no quiso, así que dejamos lo del barco para otro día porque teníamos que esperar hasta las ocho menos cuarto y hacía algo de frío. Descansamos un rato en el muelle para ver si recuperábamos fuerzas y nos protegíamos algo del viento frío que se había levantado y nos dirigimos hacia Wall Street.

Allí nos encontramos con un poco de follón (parecía una manifestación) y alucinamos con el despliegue de seguridad que hay en la zona. Paré un momento en una tienda de T-mobile y por fin conseguí mi número americano (aunque con una conexión edge nada más, que no es cutre ni nada...) y tuve una conversación con el dependiente sobre la rom que tenía instalada en el Galaxy S (me tocó el dependiente freak).  Mientras estaba allí Bea estuvo viendo parte del lío y como llegaban un montón de bomberos no sabemos todavía muy bien porqué. Caminamos por Wall Street para ver el edificio de la bolsa y seguir viendo el despliegue (os juro que había más policía que gente en la calle).

Seguimos hacia la zona 0 para ver como estaban levantando ya lasa sustitutas de las torres gemelas y las placas que habían dejado en memoria de los caídos las que vimos eran principalmente de bomberos porque las vimos en la pared de la estación de bomberos que hay allí pegada). Seguimor por la zona y entramos en una especia de outlet de marcas. Había precios realmente buenos pero estábamos cansados así que decidimos no comprar nada y coger un metro hacia Times Square para verla de noche.

Cuando llegas y ves todas las luces encendidas de noche (de día también están pero lucen menos) es impresionante. Todos los escaparates tienen cosas moviéndose ya sean leds o proyecciones. Edificios enteros proyectados, carteles iluminados con animaciones llamando la atención... de todo. Estuvimos dando vueltas sobre donde comer y sólo sabíamos una cosa, que queríamos una hambuerguesa. Como no quisimos dar muchas vueltas acabamos en el Hard Rock Café. Nos tomamos sendas hamburguesas con una cerveza de Boston (por aquello de probar lo local). Aceptable es la palabra que las definiría.
No estaban nada mal pero no eran nada espectacular ni especial, habrá que seguir en la búsqueda de una hambuerguesa espectacular. Eso sí, cenar al lado de la letra de "Breaking the law" y "Another thing comming" escritas de puño y letra de Rob Halford da algo de caché al asunto. Reventados y muertos de cansancio llegamos a las 12 de la noche al apartamento después de haber pasado todo el día de caminata.

2 comentarios:

Titania dijo...

Menos mal que camináis mucho, porque ¡menuda dieta!

Sergio dijo...

La verdad es que la gastamos... Cada día caminamos más de 10 Km y tratamos de vez en cuando de compensar la dieta. Un día cenamos fresas con queso fresco en casa!