lunes, 19 de octubre de 2009

Día 15: London

Hoy tocaba levantarse pronto e ir a hacer turismo tras dedicarnos ayer sólo a comprar y a hacer el guiri. De momento comentaros que estamos teniendo mucha suerte con el clima, ya que no nos ha llovido en Londres y no lo va a hacer estos días que vamos a estar aquí. Así pues, a eso de las 9:30, ya bien desayunados, arrancamos por la calle High Holborn hacia la catedral de St. Paul. Por el camino vamos recorriendo algunos sitios emblemáticos de la City y viendo que el sábado por la mañana no hay nadie por las calles de Londres si no vas a los sitios turísitcos.

St Paul ya desde fuera impresiona bastante, pero es por dentro donde impresiona más. Pagamos la entrada gustosamente (10 GBP que se quedaron en 8 por unos descuentos que teniamos) ya que es la propia Iglesia la que financia el mantenimento de la catedral sin que el Estado le suelte un duro. Por dentro de la catedral no pude hacer fotos, y es una pena, por eso he tenido que pasar por el aro y pagar un par de postales. Es una catedral extraña, porque se hace raro que la Iglesia venere tanto a tantos héroes de guerra que tienen tantas muertes bajo sus pies. En la cetedral hay enterrada gente como el almirante Nelson o soldados y oficiales destacados de la segunda guerra mundial, ya que tiene hasta una capilla dedicada a los héroes de esa guerra con un libro con los nombres de todos los aliados caídos. Lo que más impresiona de su interior es la cúpula, la segunda más grande del mundo. Alrededor de la cúpula el techo está cubierto de pinturas ornamentales. Bajo la catedral una cripta tiene a más muertos todavía que abajo, así como una cafetería y una tienda, como si de un museo normal y no de un edificio religioso se tratase. Subimos de la cripta con intención de subir a la cúpula y ver las vistas de Londres, debemos ser adictos a los escalones... La primera parada ya me acojona bastante (me dan miedo ciertas alturas) pero aguanto. Una pasarela bordea el interior de la cúpula y se puede ver la catedral desde arriba. La curiosidad de esa sala llamada la sala de los susurros, es que se supone que susurras a un lado y al lado opuesto se oye amplificado. Desistimos de probar porque había 50 personas haciendo lo mismo y me da que así la cosa no funciona bien.

Seguimos subiendo y por fin vimos los tejados de casi todo Londres, ya que sólo nos miraban por encima los rascacielos. Dimos una vuelta arededor para fijarnos en detalles de la vista y bajamos. Al llegar abajo la nota curiosa es que estaba empezando una misa anglicana y la estaba oficiando una sacerdotisa, ya que los anglicanos ordenan mujeres. Salimos de St Paul camino del mercado de Burough, que está cerca de St Paul, cruzando el Támesis por el Millenium Bridge, que va de St Paul a la Tate Modern. El mercado de Burough es un mercado de comida que tiene la mejor comida de todo Londres, las cosas de agricultura orgánica, las delicatessens... Lo que no nos esperábamos es que aparte de eso había cientos, y creo que soy literal, de sitios con comida para llevar. Los que nos conozcáis ya sabréis lo que me gusta la comida y la cocina, y para mi esto era muy cercano al paraiso. Ya según llegamos vi mostradores repletos de setas frescas de temporada, quesos de mil sitios de leche cruda, mermeladas caseras, panes, bizcochos... Además en todos los sitios te ofrecian para probar. Hasta le pregunté a un dependiente si el Stilton (queso azul inglés) que vendía aguantaba sin nevera... Como era de leche cruda me dijo que sólo debía estar un par de días sin nevera, una pena porque si no venía cargado de queso, que estaba impresionantemente bueno. Al final sólo compramos un poco de muesli con arándanos orgánico, que era de lo poco que podíamos llevarnos y estamos enganchados. En fin, que en medio de esta orgía de ingredientes llegamos a donde estaba la comida para llevar. No sabíamos a que atender y al final primero tomamos para abrir boca una bebida con yogur indú (Mango Lassi) y luego acabamos tomando fish & chips de un pescado llamado Rock que estaba muy bueno. Lo peor de todo es que estábamos llenísimos y no nos cabía nada de comida y seguíamos con ganas de comernos todo aquello que tenía tan buena pinta. En fin, que de postre acabamos con un somoothie que tenía mil frutas distintas y decidimos ir hasta la Tate Modern.

En la Tate Modern aguantamos bien poco. En fin, que el arte moderno no es para nosotros, que no lo sabemos apreciar. Así que, como Bea estaba muy derrotada (ya pesan los días de viaje) fuimos al hotel a descansar un poco antes de bajar de nuevo al centro. Tras descansar un ratillo nos fuimos a ver si encontrábamos un abrigo para Bea, que andaba con algo de frío porque no se trajo la cazadora de nieve y vino con la vaquera. Así que vuelta a Oxfor Street, que a esas horas era de lo poco abierto un sábado (que los comercios normales cierran antes los sábados). Acabamos en una cadena japonesa con nombre coñero en español (uniqlo) dónde no encontró abrigo pero sí una camiseta térmica y un par de cosillas más. Continuamos caminando y bajamos por Regent Street camino de Picadilli (donde acaba todo el mundo a esas horas y es un hormiguero). Lo que sí nos quedó claro es que las inglesas no tienen frío, porque hacía una rasca de narices e iban todas con muy poca ropa. Paramos a cenar algo rápido por el soho en una pizzería (una pizza de champiñones y boletus y otra pizza de rúcula y aceitunas) antes de pasear y tantear el ambiente de la zona que nos apasiona. Como o teníamos ganas de meternos en un club ni en un bar y los pubs ya estaban cerrando acabamos en un sitio al que tenía ganas de volver, el Funland Arcade, ateriormente conocido como Sega Arcade, que es una sala recreativa de las que ya no hay por aquí, y esta tiene 3 pisos. Hicimos el tonto un buen rato, flipamos con la gente que jugaba al Dance Dance Revolution y no se les veía mover las piernas de lo rápido que jugaban. Con las coñas nos dio las una y algo y nos fuimos hasta el hotel andando a descansar hasta el día siguiente.

4 comentarios:

Marcos dijo...

Lo de los susurros en la cúpula yo lo pude hacer y es increíble, lo primero que hice fue mirar si había altavoces en algún lado xD
Que pintaza tiene el mercado de Borough...
Seguid poniendo cosas chulas para tener una excusa para volver a Londres ;)
buen viaje!

Sergio dijo...

Mérito de Felix, que fue él el que me habló del mercado

Sara dijo...

sergio, necesito contactar contigo, como puedo hacerlo? gracias

Sergio dijo...

Puedes contactarme en viajeporfrancia@gmail.com