Hoy por la mañana, pusimos el despertador muy prontito ( a las 7:30 el despertador en las vacaciones!), pero el motivo lo merecía. Las previsiones de tiempo auguraban buen tiempo, pero al levantarnos y abrirla ventana la cosa fue todavía mejor. Lucía un precioso cielo azul y se preveían unos 26ºC en octubre en Suiza! Así que corrimos raudos y veloces a desayunar para poder coger el primer tren que sube al Jungfraujoch, la estación de tren más alta de europa, a unos 3500 metros de altura. Era una cosa que siembre había querido hacer, pero es muy complicado encontrar un día despejado de verdad para disfrutar de la vista desde las alturas y para poder pasear por lo alto. En fin, que desayunamos un poco de todo y corrimos, tras pagar en el hotel, a la estación de tren a pagar más de 300 CHF (unos 200€ en total) por dos billetes de tren esperando que el desembolso merciera la pena.
Desde Grindelwald (teníamos la estación enfrente del hotel) se coge un tren de cremallera en dirección a Kleine Scheidegg, a unos 2000 metros de altura. És una paseo muy bonito e unos 25 minutos donde vas viendo las casas de Grindelwald hacerse pequeñas en la distancia. Al llegar a la estación en Kleine Scheidegg se coge ya el tren que sube al Jungfraujoch. Son 55 minutos de trayecto en los que se sube 1500 metros de desnivel teniendo en algunos momentos desniveles del 25%. La mayor parte del camino se hace en un túnel, pero hay dos paradas en dos estaciones intermedias donde te bajas del tren y ves, através de una cristalera, la vista de varios glaciares (en la zona hay 4 montañas de más de 4000 metros y hay varios glaciares medianamente grandes).
Poco a poco, nos fuimos acostumbrando a la altura, ya que al principio nos pegamos unas carreras para llegar al tren en la primera estación (a 2600 metros) y al sentarnos el corazón nos iba a mil.
Una vez arriba tienes muchas cosas que hacer. Según salimos nos fuimos a unas cuevas de hielo con esculturas también de hielo. Tras atravesar la zona y jugar a patinar un poco, salimos al exterior al "observation plateau", donde puedes ver a mucha distancia en Suiza. Desde allí, un día como hoy,creo que veíamos las montañas del Jura, que están a 80 km de distancia. Nos hicimos unas fotos y observamos maravillados el principio del glaciar del Aletsch, que es el más largo de los alpes con 23km. Dimos la vuelta y cogimos el ascensor (que sube a toda leche) para subir a la torre de observación que hay a 100 metros sobre la estación, sobre un pico. En ella se puede ver todo alrededor de la estación y observar las montañas y la nieve. Tras esto vino el plato fuerte, la caminata! Saliendo por un lado de la estación hay un sendero apto para todos los públicos (que puedan subir a 4000 m a 2ºC a pleno sol) por el que hacer un recorrido para llegar a un refugio y ver las vistas desde allí. Son 45 minutos, aunque nos llevó un poco más porque dimos un rodeo por otra zona que vimos que estaba pisada por las máquinas. Subimos hasta el refugio y allí comimos unas barritas para reponer fuerzas sentados al borde de una caida de unos 100 metros sobre la nieve virgen, realmente el sitio más bonito donde hemos comido nunca!. Bajamos disfrutando del aire puro (y de hacer fotos) para ir a la tienda de souvenirs a comprar postales y a enviarlas, que en la propia estación se pueden enviar las cosas y ponerles un matasellos de que las has enviado desde allí. La chica de la tienda cuando vio que eramos españoles se puso a arrancarse a hablar castellano (o español xD) como pudo y me hizo bastante gracia, la verdad.
Como ya eran las 14:30 y no teníamos hotel todavía, bajamos hasta Grindelwald (con el tren hasta los topes) para ir al único hotspot gratuito que teníamos localizado en Interlaken, un McDonalds. Comimos cuatro chorradas de merienda (Bea unas gambas (si, gambas) y unas patatas y yo una ensalada) y al fin conseguimos hotel, a la orilla del lago de Thun. Nos fuimos antes de ir al hotel a dar una vuelta por Thun y, la verdad, es precioso. Nos gustó mucho más que Interlaken, que si bien es bonito se ve muy turísitco. Thun se ve una ciudad residencial de nivel, con una zona de tiendas y una zona antigua, en la parte alta pegada al castillo llena de rincones apacibles donde sentarte bajo un árbol. Y como en todos los sitios de Suiza donde hemos estado, con muy muy poco ruido. Nos dimos una vuelta y como los supermercados ya estaban cerrados, nos fuimos al hotel a ver si allí nos daban de cenar.
El hotel de esta noche, el Parkhotel Gunten es un hotel pegado al lago, con un parque privado con muchos sitios donde sentarte a relajarte y oir el lago. Subimos a la habitación (amplia pero con un baño pequeño y bajamos a cenar). Nos comimos dos platazos (y es que en Suiza los cobran bien pero a veces parecen platos combinados en vez de platos normales). Bea se tomo un escalope vienés (que luego supimos que era un filete empanado de toda la vida) y yo comí jabalí austríaco. Pero es que el acompañamiento era una barbaridad. Mi jabalí, por ejemplo traía, a saber: coles de bruselas, castañas, cardo con una salsa que parecía yogur, col roja encurtida, ñoquis salteados y dos verduras que no supe identificar. De postre compartimos bea y yo una tarta tatín de higos con helado de vahinilla. La cuenta de la cena fueron 87CHF, unos 55€ los dos, con agua de bebida, y es que comer en Suiza fuera de pizzas, kebabs y cosas que no contengan un mínimo de calidad en los productos (léase buena carne o pescado) se van de madre. Tras la cena, un paseíto y a escribir el blog. Mañana y pasado estaremos de dos días de relax en Gstaad, que el año pasado nos quedó un sabor agridulce al tener que marcharnos corriendo y queremos quitárnoslo. De todasa formas, si el tiempo acompaña, haremos algun recorrido por aquella zona y os mantendremos informados. La ruta, la del jungfrau, aquí, y la que hicimos en coche, aquí.
1 comentario:
ESTO es lo que yo quiero hacer en Suiza!! Pero que cachoperros, llevaaaddddmeeeee!!! :D
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